San Pedro Sula, Honduras.
El entrenador colombiano Luis Fernando Suárez está viviendo los mejores momentos de su carrera en Honduras tras vencer a Costa Rica en un complicado partido que lo está consagrando como estratega bimundialista.
El colombiano sufrió con más intensidad de lo acostumbrado el juego contra los ticos en un escenario de ensueño compuesto por una afición que puso el ambiente desde el principio en el estadio Olímpico.
Desde que el estratega llegó ayer al banquillo asignado para la Selección de Honduras en el Olímpico, se mantuvo de pie dando indicaciones a los 11 catrachos que obtuvieron el triunfo sobre la difícil Costa Rica. Caminó, se arrodilló, gritó, dialogó con su asistente Miguel Falero durante los 90 minutos.
LO DESTACADO
Al inicio del segundo tiempo, un costarricense jugó con el balón justo en la línea de banda en un saque de manos a favor del equipo catracho que no sancionó el juez. Esto provocó que Suárez le reclamara airado al asistente, que lo ignoró por completo, ocasionando que la banca catracha se abalanzara sobre él.
El momento más cargado de adrenalina fue al minuto 64, cuando Jerry Bentgson clavó el 1-0. El seleccionador gritó eufóricamente “sí”, aplaudió, sonrió brevemente y regreso a su seriedad acostumbrada a una esquina del área técnica.
Como lo había anunciado en conferencia de prensa un día antes del encuentro, al finalizar el partido buscó a su compatriota Jorge Luis Pinto para saludarlo, se dejó abrazar por unos cuantos jugadores y miembros del cuerpo técnico y luego en silencio, con la vista hacia abajo, caminó al camerino con tranquilidad y dejó a todo el país celebrando la pronta clasificación a Brasil 2014.
ALEGRÍA
Veinte minutos después del encuentro, Suárez reapareció en la sala de conferencias para dialogar con la prensa, que se mostró satisfecha con el planteamiento del cafetero. La sonrisa con que llegó a comparecer ante los medios de comunicación era contagiosa. Incluso, varios periodistas destacaron la alegría que transmitió.
“En un partido como este, tan cerrado, con tanta marca, la propuesta táctica es complicada. Había que tener la paciencia necesaria para crear las oportunidades de gol y en el momento cuando se hizo, se concretó y defensivamente estuvimos muy bien, no nos equivocamos y por esa razón tenemos bien merecidos estos tres puntos”, fue lo primero que dijo.
Sobre el nivel de juego de la Bicolor, Suárez destacó que 'Honduras realizó un juego inteligente'. “Era un partido para jugarlo de esa manera. Uno siempre querrá que haya un dominio claro y que se anoten unos cuatro o cinco goles, pero no podemos esperar que eso se presente en estas circunstancias”.
El entrenador destacó que, luego de la anotación de Jerry Bengtson, el conjunto mostró madurez en “solidez defensiva y paciencia”. “Esto se logró por la experiencia de los jugadores en la eliminatoria pasada. Ya están acostumbrados a esta exigencia luego de anotar un gol y supieron qué hacer. No lo enseñé yo. Esto es algo que vienen aprendiendo con el tiempo, desde que jugaban con Reinaldo (Rueda) lo aprendieron. No enseño a tener paciencia para mantener un marcador, sino que me aprovecho de las circunstancias. Soy un aprovechado”, dijo entre risas.
Antes de regresar al camerino, Suárez expresó que esperara al evaluación médica para decidir quiénes de los titulares jugarán el martes contra Jamaica. Admitió que la comunión y la unidad entre medios de comunicación, Selección y afición “dio sus frutos porque todos fueron positivos”.
Finalmente, el mundialista con Ecuador confesó que aún no se siente en el Mundial y que al llegar al camerino observó la pancarta que colocaron con las fotos de sus familiares, “al final ellos siempre están con nosotros en las buenas y las malas. Para ellos, uno hace lo que hace”.
