El portugués Sergio Paulinho ganó ayer la décima etapa del Tour de Francia tras imponerse con lo justo en un embalaje a un compañero de fuga y el luxemburgués Andy Schleck conservó la casaca de líder de la prueba.
Paulinho superó en la acelerada al bielorruso Vasil Kiryienka al cierre de una etapa de 179 kilómetros (111 millas) bajo un fuerte sol entre Chambery y Gap, con un solo ascenso de primera categoría, el puerto de Laffrey.
Schleck y su principal rival, el español Alberto Contador, cruzaron la meta con el pelotón principal, a más de 14 minutos, y ambos conservaron sus posiciones. Schleck mantiene 41 segundos de ventaja sobre el español, ganador de dos ediciones del Tour, incluida la última.
Paulinho participó en una fuga con otros cinco ciclistas retrasados en la general, que el pelotón principal no se preocupó por neutralizar.
El portugués le ganó a Kiryienka por menos de media rueda. Ambos cronometraron cinco horas, 10 minutos y 56 segundos. Tercero entró el belga Dries Devenyns a un minuto y 29 segundos.
“Busco desde hace rato esta victoria. En la primera semana tuve mucha mala suerte”, declaró Paulinho.
Paulinho, de 30 años, y Kiryienka, de Caisse d’Epargne, fueron parte de un grupo de seis pedalistas que se desprendieron del resto y que hacia el final se fue desperdigando.
La clasificación general no sufrió cambios. Schleck sigue primero, escoltado por Contador y por otro español, Samuel Sánchez, tercero a 2:45 minutos.
