Reincidiendo en el mismo error, con la tercera derrota de local ante un rival de otras batallas en la Liga Española como el Levante, tras lo vivido ante Cádiz y Alavés, el Real Madrid renunció a la competición doméstica remontado, sin capacidad de respuesta y condicionado por una temprana expulsión de Éder Militao.
Un partido marcado por una jugada, cuando apenas arrancaba la tarde en el estadio Alfredo Di Stéfano. Un castigo a la reincidencia de una defensa inédita que tardó poco en perder la espalda. A los siete minutos el duelo quedaba condicionado por la expulsión de Militao. Derribó de forma clara a Sergio León cuando en la mente del delantero ya solo estaba superar a Thibaut Courtois. El color de la cartulina dependía de la interpretación.
La falta por la que fue expulsado Militao. Foto AFP
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En un nuevo escenario, de inicio se impuso la calidad del Real Madrid que no perdonó la primera de la que dispuso. Cómodo siempre que le dejan correr, aprovechó la posición adelantada del Levante para asestarle un directo. Contragolpe veloz y letal. El pase de exterior de Toni Kroos a la carrera de Marco Asensio que definió con calidad en el mano a mano. La jugada nacía de un salto entre Mendy y Melero dentro del área que provocó la petición de penal.
Asensio festejando su gol frente al Levante. Foto AFP
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Casemiro retrasó su posición a central y el Levante, dueño de la medular, sintió siempre posibilidades de dañar a su rival, una oportunidad de oro de derrotar a un grande en su casa. Y apretó hasta que lo consiguió. Roger Martí, peligro constante dentro del área, lo intentó de cabeza, se topó arriba con Courtois con un latigazo a pocos metros de la portería, remató todo lo que le llegó.
Y la precisión la puso el 'comandante' Morales, apareciendo a espaldas de un despistado Odriozola, para enganchar de primeras a la escuadra un centro desde el costado derecho y devolver la igualada.
Morales, a celebrar su golazo ante la frustración de Casemiro y Courtois. Foto AFP
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Priorizó la fase ofensiva el Levante, convencido de tener armas para acabar llevándose el partido y lo hizo cuando Courtois ya no pudo más. Aún en el primer acto evitó con las piernas el gol de Melero y en la segunda parte detuvo un penalti para mantener a su equipo en el partido. Zidane, desde casa, vio el preocupante estado de forma de Hazard y apostó por la velocidad sin control de Vinicius.
El Real Madrid había desaparecido del partido. Le pesaban las piernas y le faltaban ideas. Apenas un remate cruzado de Benzema en semifallo en toda la segunda parte. Un pobre bagaje de un equipo que pretendía pelear la Liga ante la regularidad del Atlético de Madrid. Vinicius entró acelerado, con tantas ganas de demostrar, que la primera ayuda defensiva derribó a Clerc sobre la línea del área. Para unos dentro, para otros fuera. El colegiado nuevamente corregía su decisión desde el VAR.
Courtois al momento de parar el penal a Roger Martí. Foto AFP
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El equipo de Zidane es pura irregularidad, con síntomas claros de desplome en cuanto le faltan titulares y con futbolistas de la segunda unidad sin confianza cuando les toca dar la cara. No tenía para más. Los intentos desesperados metiendo a Mariano y a un canterano, Arribas, por delante de Isco, no sirvieron de nada. Su renuncia a la Liga ya está presentada.
Los jugadores del Levante celebran el gol de Roger Martí contra el Real Madrid. Foto EFE
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. Ficha técnica:
1 - Real Madrid: Courtois; Odriozola, Varane, Militao, Mendy; Casemiro, Kroos, Modric; Marco Asensio (Arribas, m.82), Hazard (Vinicius, m.59) y Benzema (Mariano, m.82).2 - Levante: Aitor; Miramón, Duarte, Postigo, Clerc; Malsa (Bardhi, m.60), Radoja, Melero, Morales (Dani Gómez, m.76); Sergio León (Rochina, m.60) y Roger (Vezo, m.83).
Goles: 1-0, m.13: Asensio. 1-1, m.32: Morales. 1-2, m.78: Roger.
Árbitro: Medié Jiménez (colegio catalán). Expulsó a Militao a los 8 minutos. Amonestó a Casemiro (89) por el Real Madrid; y a Malsa (50) y Melero (72) por el Levante.
Incidencias: encuentro correspondiente a la vigésima primera jornada de LaLiga Santander, disputado en el estadio Alfredo di Stéfano a puerta cerrada.