¡Gracias por tanto Rambo! Porque no es un adiós, es un recuerdo memorable de una gran figura en el fútbol hondureño que hasta en su último partido fue protagonista junto a aquellos que fueron sus compañeros y ahora son sus amigos.
Rambo de León, entre lágrimas, salió del terreno de juego del Estadio Nacional Chelato Uclés y no pudo ocultar las emociones en la que fue su despedida del fútbol profesional.
En una noche mágica y reviviendo sus días de oro, el histórico “10” de la selección de Honduras cerró con broche de oro, marcando dos golazos y brindando asistencias como en sus viejos tiempos.
-- SUS PALABRAS TRAS EL PARTIDO --
Sus sensaciones: “Es difícil poder hablar, todo lo que me dieron ellos, jugaba para ellos, verlos felices me hacia mas feliz a mi, corría por ellos y ahora pues que no podré tocar más campos profesionales, solo me acuerdo de aquel niño que nomas tenia una pelota de caucho y quería comerse al mundo. Quería decirle a mi abuela que si lo logre, logre debutar”.
Agradecimiento: “Gracias a cada persona que estuvo atenta a mi despedida, por cada mensaje, por cada lágrima que derramaron sobre nosotros, por cada tristeza que al final nosotros hacíamos hasta no cansarnos por ver esa sonrisa del catracho. A ese que iba en las mañanas y que se levantaba a las 5:00 am. A ese que tenía que dejar la familia por estar con la Selección, solamente decirle que gracias por cada aplauso, por darnos de corazón, como dicen ‘no hay otro pueblo más macho que el pueblo catracho’”.
El legado y aprendizaje a la nueva generación: “Indudablemente, es difícil poderle decir adiós al fútbol profesional por qué pues, me la pasaba en las calles con las pelotas de caucho, hacía tantas ticas para poder ganarme otra. Hay una persona que es parte de mi vida Hermelino Cantarero junto a mi tío Pablo de Leon, que fueron los que me forjaron, los que insistieron conmigo. Son esas personas a las que le debo mi vida futbolística, por ellos soy lo que soy”.
“A él le debo todo (Cantarero) junto a mi tío (Q.E.P.D). Decirle a todo niño que creció con su abuela, le prometió llegar a lo más alto, le decía ‘mami, voy a llegar a Italia. Voy a ser el mejor jugador de Honduras, del mundo en mi posición’ y pues lo logre demostrar entre los más grandes del mundo. Fui uno de los mejores a la par de Del Piero, Davies, Totti, Roberto Baggio, Fernando Redondo y Figo. Tuve el placer de jugar con grandes glorias, de debutar en una Copa de Oro ante “El Pibe” Valderrama, el cual admiré toda mi vida, muy humilde.
“Decirle a cada niño que sueñe, yo me la creí, también ustedes pueden soñar. Crean en Cristo, siganlo, traten de dar lo mejor por su compañero, sean leales, honestos, de los mejores del campo, traten de aprender cada día, den el extra, esfuércense, por qué ese loco que decían que iba a ser vago, jugó en los cuatro continentes”, cerró.
¿Cómo define esta noche? “Linda, única, especial. Quisiera parar el tiempo, darle un abrazo a cada persona que estuvo presente y atenta con mi despedida. Decirles gracias, porque sin ellos nunca hubiera podido con lo que hice con mucho coraje. Cuando venía a Honduras, miraba el mar, los aviones y decía ‘Dios santo, antes le decía adiós a los aviones y ahora me subo a los mejores’.
Su nueva etapa: “Ahora que voy para técnico pues tambien lo seguire haciendo y agradecido por que ahora se viene otra etapa mas linda que pienso darle a Honduras lo mejor como entrenador, ya empiezan los primeros frutos con mi academia, gracias a los colaboradores y a los técnicos Mau Sarri y Gasperini. Son entrenadores que se daban el lujo de decir ‘León y 10 más’, eso no cualquiera te lo dice en Italia, me lo logré ganar, decian ‘dale la pelota, deja que el fútbol fluya y que se alegre con el, es alegría’ y pues hay que aprovecharlo”.
Su mensaje: “Chicos aprovechen su juventud, coman sanos, honren a su padre y a su madre mientras están en vida, alejense de las drogas y malos caminos”.
¿Qué será de Rambo de ahora en adelante? “Se vienen bonitos desafíos, amo eso, enfrentar cualquier prueba, contra 90 mil-100 mil. Me acuerdo cuando me gritaban y estaba Pavón en el campo, di un pase de 40 metros que no cualquiera lo hace. Se lo pueden mirar de nuevo, Napoli, Regina, di un pase directo a gol, que son pocas las personas en el mundo que logran hacer eso, pero creció miedo a un Valderrama, Maradona, Del Piero, crecí viendo dieces importantes y ahora le estoy enseñando eso a los chicos, que tengan buena visión, vivacidad, ese fútbol de un Amado Guevara, Dani Turcios, Wilson Palacios, esa templanza y temperamento de un Thomas, seguridad de un Pavón, fluidez de un Tyson, jugadores realmente inolvidables y tengo el placer de retirarme entre ellos”.
“Quiero que la federación me ponga a prueba, de poder dirigir una selección menor, que venga y diga `toma la responsabilidad’, y la tomó para sacar adelante este país, que necesita de buenas enseñantes, ya estoy haciendo cola, y espero que te den la oportunidad más adelante, pero por mientras estoy ahí, sembrando esfuerzos con chicas que tienen hambre”.
¿Cuál crees que sería la indicada? “Una Sub-17 me encantaría, espero tener la oportunidad, estoy haciendo cola, de a poquito estoy ahí y espero tener la oportunidad y después ustedes sabrán”.
Lo que significa la Selección: “Es un sueño, privilegio. Cuando tocaba la selección era algo hermoso, dormía feliz de la vida porque decía ‘carajo’ me voy a poner la de la H, voy a jugar en el Morazán, Nacional, Olímpico, con llenazo, escuchar el Himno Nacional, algo hermoso que solo te lo da Honduras, en otros países no tienen ese fervor”.
El gol que nunca va a olvidar: “Indudablemente, el del Azteca, por la magnitud, por muchas cosas importantes que se viven en ese Estadio, un lugar donde jugo Maradona, la “Coneja” Cardona, un emblema para nosotros, el primer hondureño que marcó la historia y nos abrió camino en Europa, sin él, muchos de nosotros no hubiéramos llegado. Sin olvidar también a Maradiaga, Arzu, Macho Figueroa, monstruos del fútbol.
“Acá es de esfuerzos, no es fácil venir y no tener nada de apoyo, tener que pelar magos, vender naranjas afuera de la escuela para comprarme una pelota, comprarme mis primeros tacos, pedir jalón a los camiones para poder ir a jugar, son las cositas que hoy el chico tiene que aprender, sufrir en silencio para después escuchar un los aplausos de un estadio lleno”.
La presencia de sus compañeros: “Son invalorables, cada minuto con ellos, es algo que miraba, memorizaba, algo hermoso, para mí son mis hermanos futbolísticos y hasta fuera de la cancha, hemos comido juntos, seguiremos debatiendo, ahora como entrenadores y ahora el tiempo, el trabajo y la oportunidad que nos den, ese es el que realmente va a determinar quién va a seguir siendo de los mejores enseñantes ahora que pasamos al otro lado de la cancha”.
¿La oportunidad de la Sub-17? “Claro, me encantaría que me la diera, porque tengo la capacidad, la preparación, experiencia, años de estar trabajando con chicos, el carácter, sé como tratarlos y educarlos, porque crecí en la calle como ellos, los comprendo, los escucho y me humillo ante ellos para que se puedan exponer y decir lo que realmente les hace falta, porque también estuve de ese lado, a donde no fui apoyado, fui maltratado, en muchos sentidos, pero fui insistente”.
La selección de Reinaldo Rueda: “Ahora tenemos mejor equipo, con mucha más actitud, contentos porque sabemos que se va mejorando con Rueda, Mendoza, Redín y el cuerpo técnico que está haciendo el máximo para que rindan. Ahora falta más fútbol, que de a poquito lo va a lograr, son los primeros partidos del profe, no podemos exigir en estos momentos, esperemos de aquí a seis meses”.
La final Olimpia-Motagua: “Va a estar espectacular, el Motagua quiere ser campeón como sea, pero siempre mostrando buen fútbol, yo digo que esta final la tenemos que gozar todos porque es un Motagua que viene de menos a más y el Olimpia que siempre estuvo ahí, ahora le toca el peor enemigo futbolístico, el nivel con una reacción mental, de carácter y se tiene un técnico como Diego Vazquez que sabe tambien como ganarles en finales”.