En una ceremonia íntima y al atardecer, Rafa Márquez y Jaydy Michel se casaron el 4 de enero en una playa entre Jalisco y Colima, acompañados por familiares y amigos muy cercanos, tras cuatro años de noviazgo.
Con esta íntima ceremonia –un nuevo caso de bodas por sorpresa, que en los últimos meses ha causado furor– se sellaba un amor que se “oficializó” hace un año, cuando la atractiva modelo y actriz mexicana apareció por primera vez en una alfombra roja junto a quien hoy es su marido, el capitán de la selección mexicana de fútbol, Rafa Márquez.
Tanto Jaydy Mitchel como Rafa Márquez quisieron hacer público su amor en un evento solidario, y éste fue la presentación del calendario de la Fundación SOS.
A pesar de esta primera presentación en público, su relación se inició en el año 2006. Han sido cuatro años de discreto amor, para el que las distancias (ahora él juega en el New York Red Bulls y vive en Nueva York) no ha sido cortapisa.
“El sí quiero”
Para oficializar su amor y esta vez ante un juez, tanto Jaydy Mitchel como Rafa Márquez eligieron su país. Nada menos que la paradisíaca costa de Careyes, donde alquilaron una casa para celebrar el enlace con sus más allegados.
Al parecer, la boda se celebró al atardecer y la nota distintiva fue la elegancia de los novios.
La información de la boda ha sido muy restringida, pero algunos de los asistentes revelaron que la modelo de 35 años portó un vestido blanco, de olanes y encaje.
El futbolista vistió un traje blanco y una corbata del mismo tono.
Entre los invitados más allegados a la pareja estuvieron los futbolistas Cheto Leaño, Pavel Pardo y “Barro” Rosales Jaramillo.
Aunque para ambos es la segunda vez que contraen matrimonio –ella fue esposa de Alejandro Sanz, con quien tiene una hija, Manuela; y él fue esposo de Adriana Lavat, con quien es padre de dos hijos–, la ilusión con la que han vivido su “boda sorpresa” es igual que si fuera la primera vez.
Esta pareja se suma a quienes han optado por esta nueva modalidad de boda en fechas intempestivas e insospechadas, ante sus familiares más queridos y sin cámaras.