La Federación de Fútbol de Honduras continúa trabajando en fichar al técnico que tendrá la responsabilidad de clasificar a la Selección de Honduras a los próximos torneos que la ‘H’ se jugará. La primera parada de la Bicolor es en la Nations League de la Concacaf que comienza en septiembre y por eso urge un nuevo entrenador.
Ayer por la tarde Rafael Villeda, alto dirigente de la Fenafuth, confirmó que hay varios perfiles de técnicos que siguen evaluando y que a más tardar el fin de semana tendrán el acuerdo cerrado y con ello el sustituto de Diego Martín Vázquez, que dejó el banquillo del equipo hondureño tras quedar eliminado en Copa Oro.
Lo cierto de todo es que tal y como Diario La Prensa informó el colombiano Juan Carlos Osorio era el principal candidato que la Comisión de Selecciones tenía en carpeta ya que reunía todos los requisitos que deseaban.
No obstante, las pláticas con el cafetero se han enfriado en las últimas horas ya que, a pesar que Osorio reconoció la oferta de Honduras, ha dejado claro que por ahora se centra únicamente en el Zamalek de la primera división de Egipto, club que finaliza temporada el próximo domingo.
El técnico mundialista en Rusia 2018 con la selección mexicana de futbol, habría pedido tiempo a Fenafuth para decidir si se va o no con Honduras, sin embargo en el seno de la directiva nacional no están para esperar técnicos, por lo cual comenzaron a ejecutar el plan b.
¿QUÉ OTROS TÉCNICOS HAY EN CARPETA?
Por la mañana de este miércoles en las redes sociales saltaron a la palestra varios nombres que podrían estar en el radar de la Fenafuth para otorgarle el barco hondureño al Mundial de Norteamérica 2026. Uno de los que más sonó es el de Leonel Álvarez, colombiano que en un pasado fue deseo en la ‘H’.
Están los mismos dos que comenzaron la carrera con Osorio, el argentino Pedro Troglio y también Reinaldo Rueda, quien está sin equipo y se unió desde un inicio a la puja por dirigir a la Bicolor.
De igual forma otro que se ha aunado a la lista es Omar de Felippe, técnico argentino de 61 años que dirigió por última vez al Platense de la Liga Profesional de Argentina. El de Mataderos confirmó a Diario La Prensa contactos con Fenafuth.
”Mirá, todavía no hay nada concreto, pero ojalá se pueda dar, veremos que pasa. Le mando un abrazo enorme a Honduras”, fue la escueta respuesta que dio el entrenador sudamericano a DIEZ cuando fue consultado.
De Felippe, como ayudante de campo, era conocido por su dedicación para las jugadas preparadas y la pelota parada. No obstante, como director técnico, más allá de los conceptos defensivos incorporados en su paso como asistente de Julio César Falcioni, destaca la importancia del buen juego, de ser protagonista, de llegar con varios jugadores al ataque y de tener un estilo ofensivo.
El estratega, que es de carácter fuerte, estuvo en la órbita del Olimpia cuando llegó Pablo Lavallén y es por ello que algunos directivos de la Fenafuth tienen contacto con él y lo han sondeado para que tome el barco catracho rumbo al próximo mundial.
FUE SOLDADO EN LA GUERRA DE LA MALVINAS
La historia de Omar De Felippe es un poco peculiar, ya que el 7 de abril de 1982, cuando jugaba en las divisiones inferiores de Huracán, fue llamado por el Ejército Argentino para ir a la Guerra de Malvinas. A los pocos días desembarcó en isla Soledad y tras caminar más de 12 kilómetros por un camino sinuoso y acechado por las bajas temperaturas llegó a Puerto Argentino.
En el transcurso de la guerra no sufrió heridas de gravedad mayor aunque estuvo cerca de la muerte más de una vez. En una ocasión, su capitán Zunino, le salvó la vida al ordenarle que abandone su posición en el momento oportuno.
Una bomba cayó en el lugar exacto en el que se había estado resguardando segundos atrás. El 14 de junio la guerra llegó a su fin. “Cuando se firmó la rendición, nosotros estábamos volviendo del frente. Caminamos unos ocho kilómetros, pero fue un caos. Si bien la guerra se había terminado, nos seguían disparando”, dijo en alguna ocasión de Felippe.
“Hubo heridos y hasta muertos. Fue un descontrol. Teníamos que empezar a readaptarnos a lo que sería la vuelta. Nos juntaron a todos en Puerto Argentino para llevarnos al aeropuerto y, en la mitad del camino, nos iban desarmando. Eso fue devastador”, reveló.
