El argentino Lionel Messi, el italiano Sebastian Giovinco o el holandés Royston Drenthe y el hondureño Ramón Núñez son algunos de los pequeños gigantes que hacen delirar al fútbol masculino de los Juegos Olímpicos de Pekín-2008, confirmando que 'lo bueno viene en frasco chico' como refiere el famoso refrán.
La ‘Pulga’ Messi, que se marchó de pequeño al Barcelona para poder hacerse un tratamiento de crecimiento cuando a sus 13 años medía mucho menos que la media, es la carta de triunfo indiscutida de Argentina en su reto de defender el oro de Atenas-2004, como lo demostró con su gol en el 2-1 a Costa de Marfil.
Sus regates y mágicas aceleraciones con su 1.69m ya no sorprenden al mundo, que lo disfruta en el Barça y la selección albiceleste.
Pero si su entrenador Sergio Batista decidiera darle descanso, otro pequeño coloso podría maravillar: Diego Buonanotte, mediapunta de 20 años de 1.57m, figura máxima en el último título de River Plate en el campeonato argentino.
Argentina tiene una histórica tradición de pequeños genios, comenzando por Diego Maradona, que no llega al metro setenta, o el armador del último campeón mundial albiceleste Sub-20 en Canadá-2007, ‘Frasquito’ Morales, de 1.63m.
El plantel de Batista la mantiene, con el nuevo lateral estrella de Boca Juniors, Luciano Monzón, de 1.67m, quien estaría pasando al Hamburgo alemán en estas horas en una cifra de alrededor de 12 millones de euros por el 50 por ciento de sus derechos.
Los bajitos argentinos parecen enamorarse en Europa, donde aterrizó el ‘salvador olímpico’ Lautaro Acosta (1.70m), que marcó el gol del triunfo del primera partido albiceleste ante los ‘Elefantes’, que controlaron bastante bien el explosivo diablillo Sergio Agüero (1.70m).
Pero la nueva joyita del torneo se llama Sebastian Giovinco, de 21 años, a quien ya comparan con Roberto Baggio por su liderazgo en la ‘Nazionale’ Sub-23, al tiempo que el ex armador Gianfranco Zola reconoció al volante de la Juventus de 1.64m, autor de un gol en el 3-0 ante Honduras, como su posible 'sucesor'.
'Para jugar bien al fútbol no es necesario ser muy alto. Hay muchos grandes jugadores que no son altos. Lo que se necesita es rapidez y sentido del juego. Y Sebastian los tiene', señaló Zola
'Es difícil compararlo con Roberto (Baggio) ya, pero tiene una gran carrera por delante', refirió el seleccionador azzurro, Pierluigi Casiraghi.
El joven Royston Drenthe, de 1.67m y apenas 19 años, ya tiene en sus espaldas una temporada en el Real Madrid, pero en su Holanda ya es uno de los referentes, con despliegue y personalidad por la banda izquierda.
El chiquito movedizo en Brasil se llama Rafinha, un lateral derecho que pasa al ataque con habilidad y potencia, pese a su metro setenta que hace levantar al público del Schalke 04 alemán.
El estadounidense Freddy Adu (1.71m, Benfica luso), el camerunés Marc Mbouga (1.61m) y el hondureño Ramón Núñez (1.64m), todos activos en la primera fecha olímpica, son otros ejemplos de los locos bajitos que inundan de alegría las canchas de Pekín-2008.
Aunque su equipo cayó en el debut ante Italia, Núñez ingresó de cambio y en unos pocos minutos demostró su técnica y con su fútbol lírico mejoró el nivel de juego del equipo centroamericano que terminó dominando a los italianos, tanto así que Carlos Pavón falló un penal.
Ramón Núñez nació el 14 de noviembre de 1985 en Tegucigalpa, Honduras. Este jugador de fútbol creció en Dallas, Texas, obteniendo su título de escuela secundaria en la W. T. White High School donde se inició como jugador de fútbol. Luego pasó a formar parte del fútbol colegial con la Universidad Metodista Meridional, donde se destacó como el jugador más valioso del año, en la Conferencia del Valle de Missouri.
En el Superdraft de la Major League Soccer (2004), Ramón Núñez pasó a formar parte del Dallas Burn, hoy conocido como FC Dallas. En su primera temporada con este club, Ramón Núñez tuvo muy poca participación jugando únicamente 107 minutos en 8 partidos de liga. En la siguiente temporada, Ramón Núñez se consolidó como titular anotando varios goles. Luego de perder la titularidad en 2007, Ramón Núñez fue transferido al equipo de las Chivas USA de la ciudad de Los Ángeles.
En las Chivas, Núñez tuvo muy poca participación. Por esta razón, el volante decidió firmar para el Olimpia de Honduras y participó en la temporada Clausura 2007-2008 del torneo hondureño. Con el Olimpia, Ramón logró el primer título de su carrera profesional.
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