No es poca cosa lo que consiguió Lionel Messi con el Barcelona este año. Copa, Liga y Champions respaldaron al habilidoso jugador para lograr por primera vez ser galardonado con el Balón de Oro, prestigioso premio que otorga la revista France Football al mejor jugador del planeta.
Antes, el rosarino fue escalando posiciones en las últimas ediciones: en 2007, cuando Kaká fue el agasajado, quedó tercero; un año después, Messi tuvo que escoltar a Cristiano Ronaldo.
Ahora, en 2009, la prensa europea se rindió a sus gambetas, a su habilidad natural y le otorgó el esférico dorado con una votación aplastante, 473 puntos, más del doble de lo que logró Cristiano Ronaldo en una lejana segunda posición. Messi no dejó lugar a dudas.
Cuando el pasado martes France Football dio a conocer el ganador del preciado Balón de Oro, no sólo ganó Messi, sino que también venció la fábrica de futbolistas culés. Cuatro de los jugadores del Top 5 militaban la temporada pasada en el FC Barcelona.
Sólo el camerunés Samuel Etoó ha abandonado el barco del éxito. “Cuestión de feeling”, dijo el sabio Pep.
Desde Cruyff hasta Rivaldo, son numerosos los barcelonistas reconocidos con este galardón, que premia al MVP del fútbol mundial.
Sin embargo, el crack argentino se ha convertido en el primero en lograrlo como jugador de la casa. ‘La Masía’ ha dado sus frutos y ha colocado a uno de sus niños como el mejor futbolista del planeta. Lo merecía.