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Michael Perello, el portero hondureño que no quiso ser árbitro

  • 18 octubre 2015 /

“En nuestra familia, lo de ser árbitro se ha convertido ya en una tradición”, cuenta el hermano de la árbitro hondureña Shirley Perelló.

Talca, Chile.

Cuando tu padre, tu hermano y tu hermana son árbitros, lo más normal sería que tú acabases también convirtiéndote en colegiado, pero el de Michael Perello es un caso diferente. En lugar de decidirse por el silbato, el hoy internacional hondureño Sub-17 optó por probar suerte bajo los palos de la portería.

“En nuestra familia, lo de ser árbitro se ha convertido ya en una tradición”, explica sonriente a FIFA.com este joven de 17 años, que fue convocado por Honduras para el Mundial Sub-17 de Chile 2015. “Sin embargo, no fue una opción que yo considerase. Incluso si las cosas no me va bien jugando al fútbol, no me gustaría ser árbitro. En cualquier caso, tengo todo el apoyo de mi familia”.

INCERTIDUMBRE HASTA EL ÚLTIMO MOMENTO

Sin embargo, las palabras de Perello no pretenden en modo alguno desmerecer a los árbitros, un gremio por el que el joven guardameta hondureño siente un gran respeto. “En mi opinión, ser portero es igual de difícil que ser árbitro. Cualquier error o decisión equivocada puede marcar un partido. En cambio, un delantero puede fallar diez goles, pero si al final acaba marcando aunque sea solo uno, todo lo demás se olvida. Por eso digo que es más difícil ser árbitro que jugador de campo”, asegura.

Admirador del internacional alemán Manuel Neuer y de Noel Valladares, el portero de la selección hondureña absoluta, Michael Perello empezó a acompañar a su padre a los partidos desde muy joven y aprendió mucho de esa experiencia. Aquello le ayudó a entender lo que sienten los árbitros y la presión que tienen que soportar, por lo que ahora sabe cuál es la mejor manera de comportarse en el campo y de dirigirse a los colegiados. Asimismo, el hecho de pertenecer a una familia de árbitros le ha permitido también tener un mejor conocimiento del reglamento del fútbol.

Este domingo, la atención de la familia Perello se centró en el menor de sus miembros. Honduras debutó en el Mundial Sub-17 de Chile con una dura derrota (1-3) contra Ecuador en el Estadio Fiscal de Talca.

El padre de Michael, así como sus cuatro hermanos y dos hermanas, se sentaron ante el televisor para apoyar al benjamín de la familia, que se quedó en el banquillo, y al representativo catracho.

UNA PROMESA CUMPLIDA

Desgraciadamente, la madre de Michael Perello no podrá vivir con el resto de la familia la participación mundialista de su hijo, ya que falleció hace dos años. Al joven futbolista todavía le cuesta hablar sobre ese tema, y, cuando FIFA.com le pregunta sobre semejante golpe del destino, Michael necesita parar de hablar durante un momento mientras pone en orden sus sentimientos. El guardameta explica que le prometió a su madre que un día participaría en un Mundial, una promesa que ahora está cumpliendo en la cita chilena.

Durante la competición preliminar, el internacional hondureño jugó siempre con una camiseta con la foto de su madre para sentirla cerca. “Lógicamente, no puedo saber si está contenta con mis actuaciones, pero de lo que estoy seguro es de que me ve desde arriba y me da su apoyo”. Perello vive momentos muy especiales con la Bicolor. “Llevo años preparándome para esto y estaré listo (para jugar)”, asegura.