Diego Maradona despidió ayer los restos de su madre Dalma Salvadora Franco de Maradona, fallecida el sábado a los 82 años por una afección cardíaca.
Vestido con saco, corbata y con gafas oscuras, Maradona se hizo ver brevemente al salir de una casa velatoria del barrio de Caballito, antes de subir a una camioneta con vidrios entintados que formaba parte de un cortejo fúnebre.
Los restos de la madre del extécnico de la selección de Argentina fueron trasladados a un cementerio privado de la vecina localidad de Bella Vista.
Una caravana de más de una docena de autos, encabezada por dos motos policiales, fue recibida por casi un centenar de personas que aplaudieron el cortejo a modo de homenaje.
Además de otros familiares, Maradona estuvo acompañado por su actual pareja Verónica Ojeda y por su exesposa, Claudia Villafañe, con la cual tiene dos hijas.
Maradona, quien dirige el equipo de Emiratos Arabes Al Wasl, fue informado del deterioro de salud de su madre y el domingo por la noche llegó de urgencia a la Argentina sin hacer declaraciones.
La mujer, conocida por los argentinos como “doña Tota”, murió el sábado en el Sanatorio Los Arcos, del barrio porteño de Palermo.
Durante su velatorio solo se permitió el ingreso de familiares, amigos y allegados a Maradona.
El excapitán del seleccionado argentino campeón mundial en México 1986 sentía una gran devoción por su madre, quien en agosto tuvo que ser hospitalizada por problemas respiratorios. Por entonces, Maradona se tatuó en la espalda una rosa y la frase: “Tota te amo”.
Algunos de quienes estuvieron en el velatorio fueron los exfutbolistas Martín Palermo, Guillermo Barros Schelotto y Matías Almeyda, actual técnico de River Plate, así como el tenista Juan Martín Del Potro.
También lo acompañó Jorge Cysterpiller, el primer representante que Maradona tuvo como futbolista.
