Luto en el fútbol hondureño, tristeza y llanto. Un guerrero, una gloria peleó fuerte, pero perdió la batalla contra el COVID-19. Murió Luis Cruz.
El letal virus le pegó un duro golpe el miércoles a la familia del defensa exmundialista de España 82 y a toda Honduras. La patria llora por el que le entregó todo, por el que la defendió de corazón en la cancha.
Esa Bicolor que nos representó con orgullo pierde otra leyenda, otro emblema que se partió el pecho contra Irlanda en aquel recordado empate 1-1.
Compañeros. El Azulejo Bulnes, Luis Cruz, Shinola Matamoros, Jaime Villegas y José Salomón Názar, jugadores de la Selección Honduras en la década del 70.
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UN GUERRERO
“Mi papá luchó como un guerrero, pero la voluntad de Dios fue llevarse a un ángel. Agradezco al personal del hospital Leonardo Martínez que hizo todo lo posible por salvarle la vida”, dijo llorando su hija, la periodista Ingrid Cruz. Luis Cruz era un gran padre. Aquí junto a su hijo Luis departiendo en un restaurante.
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Se hizo el intento por trasladarlo a un hospital de Estados Unidos para salvarle la vida, pero por su condición los médicos sugirieron que no se realizara el viaje.
“Estoy con mucha tristeza por la muerte de Luis, mi corazón está partido. Nos deja un gran ser humano que también fue gran futbolista”, dijo Carlos Caballero, exmundialista.
Como futbolista, Luis Cruz fue de los mejores jugadores que llegó desde su natal San Juancito a Tegucigalpa, formando parte del Motagua dirigido por don Carlos Padilla (QDDG). Vistió con mucho honor la camiseta de la Selección Nacional de Honduras.
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TRAYECTORIA
El exjugador es considerado uno de los mejores defensores de la historia del fútbol hondureño. Jugó como central o defensa izquierdo y estuvo en más de 340 partidos de Liga Nacional.Además de ser mundialista con la Bicolor bajo el mando de Chelato Uclés, el exjugador catracho destacó con la camisa del Motagua, con la que debutó en Liga Nacional de Honduras. En el Mundial jugó en el partido contra Irlanda del Norte.
Luis Cruz junto a su esposa.
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Luis Cruz ganó dos títulos de primera división en la Liga Nacional, uno con Motagua y otro con Real España.
Luego abrazó la carrera de entrenador y estuvo trabajando en el proyecto de talentos de Real España 2000 y varios equipos de ascenso.
Honduras está consternada, nos deja un símbolo y nos queda una pena, un dolor por su muerte y una tristeza profunda por no despedirlo como se lo merece. Que Dios y el cielo te reciban Luis Cruz.