Actualmente Carlos Salinas está viviendo algo que a ningún jugador le gusta pasar y es pelear por no descender.
Anteriormente disfrutó las mieles del triunfo con Motagua y Marathón, donde se coronó campeón.
Pero mañana tiene una dura batalla contra Platense por esa penosa lucha que es no salir de la división de honor del fútbol hondureño.
Será un partido a muerte de ésos donde el más mínimo error termina con un fatal desenlace, se enfrenta nada menos que al rival directo de esta pugna, que juró no caer en el infierno de la segunda división.
Salinas, capitán del Atlético Olanchano, es el encargado de mover los hilos del equipo pampero para salir con los tres puntos del Excélsior ante un conjunto escualo que al principio de la temporada todo el mundo lo daba por muero y hoy está dando la sorpresa y se aferra con todo a la primera división.
¿Cómo espera el partido contra Platense?
Un juego muy difícil, cómo una final, no vamos a decir que es fácil porque creo que éste es el más importante por todo lo que representa, ya que define muchas cosas.
¿Qué es lo que más te preocupa del rival?
De ellos la verdad que nada, lo que en realidad me preocupa es que nosotros no saquemos el resultado deseado en Puerto Cortés.
¿Se atreve a dar un favorito?
En este partido no hay favoritos, aquí el que esté más atento, disciplinado y concentrado es el que sacará provecho porque yo creo que el partido será bastante parejo.
¿Se sienten presionado por ganar este juego?
Claro, porque se juega mucho, ya que aquí se estará jugando la permanencia en la primera.
¿Qué significaría perder contra Platense ?
Prácticamente decirle adiós a la primera división, aunque matemáticamente puedan haber posibilidades remotas, éste es el juego que define todo.
¿Te sientes frustrado por el momento que estás pasando con el equipo pampero?
Un poco, pero no nos daremos por vencidos porque esto sigue y lucharemos hasta el final.
¿Personalmente que pasaría si llegaran a descender?
Me sentiría muy mal, pero en este momento no pensamos en eso porque todavía tenemos oportunidades y si nos ponemos a pensar en eso prácticamente nos estamos despidiendo.