El argentino Boca Juniors empató con el brasileño Fluminense 2-2 la noche del miércoles, en un emotivo encuentro de ida por las semifinales de la Copa Libertadores de América 2008 disputado en el estadio de Racing Club (Avellaneda, periferia sur bonaerense).
El estelar Juan Román Riquelme (11 y 64) anotó los goles de Boca, mientras que Thiago Silva (15) y Thiago Neves (76) convirtieron los tantos del equipo brasileño, que consiguió un empate con sabor a triunfo.
La revancha se jugará el 4 de junio en el estadio Maracaná, en Río de Janeiro, y allí Boca está casi obligado a ganar, ya que Fluminense pasará a la final con un éxito, o incluso con un empate en cero o en un gol, ya que en ese caso tendrán un valor extra los dos tantos que anotó como visitante.
El vencedor de esta serie se enfrentará en la final con el ganador de la llave entre el ecuatoriano Liga de Quito y el mexicano América.
Boca intentó ejercer la ofensiva en el comienzo, y encontró muy pronto la diferencia, con una buena jugada por el sector derecho, por donde Rodrigo Palacio desbordó y envió un preciso centro rasante para que Riquelme, libre de marcas, derrotara a Fernando Henrique con un toque por el medio del área.
Pero la alegría fue efímera para el local, porque Fluminense respondió de inmediato y alcanzó la igualdad con una jugada de balón parado, una de las falencias de Boca, por un centro desde la derecha de Thiago Neves que Thiago Silva envió a la red con un preciso cabezazo.
El equipo brasileño, lejos de replegarse y de sentirse intimidado frente al campeón, intentó darle batalla de igual a igual con un despliegue intenso, mucho orden y despliegue en su esquema, y una capacidad interesante para tratar de buscar espacios sobre los laterales.
Al local le costaba controlar por completo el partido, a causa de algunas imprecisiones en las cercanías del área visitante, pero de todos modos generó un par de ocasiones de riesgo, con un remate del juvenil Cristian Chávez que rebotó en el travesaño, y un disparo desviado de Jesús Dátolo.
En la parte final del primer tiempo, el Fluminense tuvo una oportunidad para desnivelar a partir de una interesante jugada colectiva, que concluyó en la llegada por sorpresa por la izquierda del lateral Júnior César, que remató desviado cuando por el centro del área estaba solo Washington.
El desarrollo cambió en la segunda mitad, porque Boca se adueñó por completo del protagonismo y empujó decididamente a Fluminense contra su terreno.
Fernando Henrique salvó su valla ante un gran cabezazo de Gabriel Paletta, y luego Chávez remató apenas alto desde el borde del área, en las mejores ocasiones que tuvo el local en esos primeros minutos del complemento, cuando presionaba sobre la salida del 'Flu', pero carecía de claridad en el ataque.
Riquelme le devolvió la ventaja a los auriazules con un tiro libre en el borde del área que se desvió ligeramente en Roméu, que estaba en la barrera, y el balón se coló en el ángulo izquierdo del arquero.
A pesar de estar otra vez al frente en la cuenta, Boca no se tranquilizó y Fluminense empezó a salir del asedio, y avisó de sus intenciones con un disparo de Neves y un zurdazo de Washington que Migliore atajó con esfuerzo.
Pero Boca no consiguió corregir sus defectos en el fondo, y de un rechazo de Paletta, la pelota le quedó cerca del área a Thiago Neves, que con un zurdazo violento le dobló las manos a Migliore y anotó el 2-2.
En el rato que quedaba, Boca se jugó a todo o nada, y podría haber llegado otra vez, pero Henrique se lució al tapar un derechazo de Palacio, y casi sobre el final, Palermo cabeceó desviado desde muy cerca.
Como sucedió ante el mexicano Atlas, Boca mereció cuanto menos la victoria, pero no pudo y ahora deberá buscar otra hazaña en el Maracaná, ante un rival envalentonado, que se llevó un resultado muy favorable con una pizca de convicción y mucho de oportunismo.
