El equipo de Japón contra todos los pronósticos se proclamó anoche campeón del primer Clásico Mundial de Béisbol al vencer en la final por 10-6 al de Cuba.
Japón, que había clasificado a las semifinales gracias al triunfo de México por 2-1 sobre Estados Unidos en la segunda ronda, guardo para el final su mejor juego de ataque para con racimos de cuatro, dos y cuatro carreras, respectivamente, lograr el mayor triunfo internacional de su historia.
El abridor Daisuke Matsuzaka (3-0) se quedó con la victoria al lanzar cuatro entradas completas para permitir una carrera, el jonrón solitario de Eduardo Paret, no dio bases por bolas y sacó cinco ponches.
El relevista Akinori Otsuka se quedó con el rescate después de lanzar una entrada y dos tercio para espaciar dos hits con una carrera, no regaló boletos y ponchó a dos bateadores.
La derrota fue para el abridor Ormari Romero (2-1), que sólo pudo sacar el primer 'out' del partido para luego ser castigado con dos imparables y tres carreras, dio una base por bolas y no abanicó a ningún bateador.
Japón había vencido en las semifinales por 6-0 a Corea del Sur, mientras que Cuba se impuso 3-1 a República Dominicana.
Anotación por entradas:
Equipos.....1 2 3 4 5 6 7 8 9 CA HE ER
Japón.......4 0 0 0 2 0 0 0 4 10 10 3
Cuba........1 0 0 0 0 2 0 2 1 6 11 1
PG: Daisuke Matsuzaka (3-0)
PP: Ormari Romero (2-1)
SV: Akinori Otsuka (1)
JR: Japón: Ninguno
Cuba: Eduardo Paret (1) y Frederich Cepeda (2)
Asistencia: 42.696 espectadores.