22/06/2025
03:03 PM

Italia:A falta de fútbol en vivo comparten fuera del estadio

Los seguidores más fervientes del Livorno, al no poder entrar esta noche en el estadio 'Picchi' por jugarse contra el Real CD Espanyol a 'puerta cerrada', han vivido la tensa espera de saber cuanto acontecía en el encuentro reuniéndose fuera de la instalación compartiendo 'carne a la parrilla'.

    Los seguidores más fervientes del Livorno, al no poder entrar esta noche en el estadio 'Picchi' por jugarse contra el Real CD Espanyol a 'puerta cerrada', han vivido la tensa espera de saber cuanto acontecía en el encuentro reuniéndose fuera de la instalación compartiendo 'carne a la parrilla'.

    Más de medio millar de hinchas del Livorno se dieron cita, ya desde un par de horas antes del inicio del partido, para acompañar al equipo amaranto (colores sociales) en tan importante cita europea, en el día en que además se cumple el 92 aniversario de la fundación del club.

    Y es que fue el 14 de febrero de 1925, como hoy día de San Valentín, cuando se acordó y se firmó el documento que unía a los dos clubes livorneses entonces existente para dar vida a uno nuevo denominado ya Livorno; al actual club.

    El anuncio del acuerdo, no obstante, tardó un par de días en ser comunicado oficialmente, pues se temía la reacción de parte de las dos 'tifoserias' de los clubes que desaparecían para dar vida al nuevo Livorno.

    Hoy, noventa y dos años después, y en la que ha sido considerada por los propios 'tifosi' amarantos la cita europea de mayor transcendencia (el Livorno juega esta año por vez primera una competición continental), no ha podido celebrarse de la mejor de las maneras tal aniversario, al tener que jugarse a 'puerta cerrada'.

    Pero una parte de los aficionados livorneses, pese a no poder entrar en las gradas, han querido estar presentes en la cita, en el evento; acompañando desde fuera a un equipo que, a tenor de los resultados obtenidos en los últimos años, les necesita muchísimo.

    Lo han hecho reuniéndose ante la Curva Norte (la que habitualmente ocupan) del estadio, coreando y jaleando la llegada de sus jugadores a la instalación, siguiendo el partido mediante las radios, dos pantallas gigantes de televisión (en Italia sólo lo ha dado una televisión local) allí instaladas por el ayuntamiento o los teléfonos móviles de última generación (con vídeo).

    Y dando gritos de ánimos lo más fuerte posible para que sus jugadores supieran dentro del terreno de juego que estaban ahí.

    Además, para apaciguar la tensión y recobrar fuerzas han llevado carne y una parrilla, realizando toda una parrillada.

    Dentro del estadio, la soledad del 'Picchi'. Una cincuentena de periodistas acreditados, dos centenares de 'privilegiados' acompañantes (permitidos por la UEFA en este tipo de partidos a puerta cerrada) de ambos equipos (183 del Espanyol) y los dirigentes de los dos clubes.

    Un estadio desierto, triste, donde se oían y seguían las indicaciones de los técnicos, los gritos (algunos fuera de tono) de los jugadores, los choques de las piernas, con los sonidos de las crónicas radiofónicas y televisivas, y con los que conllevan el fragor de la batalla deportiva, que raramente se pueden oír desde las gradas ante el ruido del público.

    La extraña y nada deseable sensación, que te deja negativas sensaciones y te hace preguntar sobre hacía donde va un 'calcio' que cada vez es más negocio y menos deporte o espectáculo, se notaba ya antes de que los acreditados llegaran a la instalación: controles policiales, presentación del 'privilegiado' pase nominativo acompañado del pertinente documento acreditativo ante de entrar al estadio por una única puerta.

    La comitiva españolista formó una caravana de con los autobuses de jugadores, dirigentes y aficionados, escoltada por la policía, que entraron al estadio sin problemas por una puerta habilitada para ellos.

    Impactante fue para los 'novatos' en este tipo de partidos la entrada en la tribuna, con el estadio iluminado, pero vacío. Como lo fue ver las caras de los jugadores al salir a realizar el pertinente calentamiento; algunos aparecían no creérselo.

    Era una especie de entrenamiento sin público, abierto a la prensa y transmitido por radio y televisión, pero con toda una eliminatoria europea en juego.

    Los dos 'veteranos' en esta tristes lides que ya hemos vivido otros partidos similares (Real Madrid-Nápoles y Roma-Real Madrid) sufrimos una sensación de tristeza, pues este 'anti-fútbol' que ayer en técnico del Livorno definió como 'la derrota del calcio', se produce más a menudo de lo deseado. Eso sí, siempre existe la esperanza de que sea la última vez.