El Inter de Milán desnudó este domingo las carencias de la Juventus de Turín y, con goles del chileno Arturo Vidal y del italiano Nicoló Barella, le doblegó 2-0 en el denominado Derbi de Italia para alcanzar momentáneamente el liderato de la Serie A, empatado con el AC Milan, que visita este lunes al Cagliari.
En una noche de auténtico naufragio del centro del campo de tres de la Juventus, formado por el francés Adrien Rabiot, el uruguayo Rodrigo Bentancur y el galés Aaron Ramsey, falto de ritmo y brillantez, demasiado previsible a la hora de repartir balones, el Inter selló un triunfo rotundo para dar un golpe en la mesa en la lucha por el 'Scudetto'.
Cristiano Ronaldo se duele tras una falta que le hizo Arturo Vidal. Foto EFE
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Fue Barella quien ofreció, a los doce minutos de partido, un perfecto centro desde la banda derecha que Vidal cabeceó con contundencia tras adelantarse al brasileño Danilo, para firmar su segunda diana consecutiva, tras la de penalti firmada entre semana a la Fiorentina.
Con este cabezazo marcó Vidal su primer gol con la camiseta del Inter de Milán.
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La Juventus tocó mucho el balón, pero sin velocidad y no pudo encontrar espacios en la atenta zaga interista, apoyada de forma constante por los medios y los dos laterales, el marroquí Achraf Hakimi y el inglés Ashley Young.
Los jugadores del Inter celebrando el gol del chileno. Foto AFP
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En la Juventus, Pirlo decidió no hacer cambios tras el descanso y su equipo volvió a cometer los mismos errores, favoreciendo a un Inter que logró el 2-0 con un rápido contragolpe, aprovechando una grave distracción defensiva de su rival.
El defensa Alessandro Bastoni dio un gran pase largo a Barella, quien controló el balón tras una carrera de más de cuarenta metros y fulminó a Szczesny con un potente derechazo que acabó al fondo de las mallas rozando el larguero.
Cristiano Ronaldo no pudo marcarle al Inter. Foto AFP
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Fue entonces cuando Pirlo apostó por unos cambios. Dio paso a Federico Bernardeschi, al estadounidense Weston McKennie y el sueco Dejan Kulusevski, pero ya era demasiado tarde para evitar una dura derrota, que complica notablemente sus ambiciones de retener por décimo año consecutivo el título.