Por fin nos pudimos dar el gusto de ver a nuestra Selección prácticamente completa y en nuestra casa.
Por fin, el entrenador Rueda y sus colaboradores pudieron contar con el plantel que seguramente dará la cara en las próximas eliminatorias. Por fin pudimos ganar en condición de local.
Todos estos puntos podrían ser simples condimentos para cualquier otra selección, pero para nosotros es un paso importantísimo en la búsqueda de observar al once ideal que soñamos.
Cuando puse como titular de la columna EQUILIBRIO, me estoy refiriendo a que tampoco debemos creer que todo fue perfecto y que eliminaremos a nuestros adversarios caminando.
Se jugó contra dos selecciones de un alto nivel: Costa Rica y Ecuador.
Contra ninguna nos vimos inferiores, pero tampoco muy superiores… ojo, digamos la verdad, no le mintamos a la gente.
Sí hubo puntos muy fuertes y reconfortantes, ejemplos:
Muy bueno el trabajo de Noel Valladares, y acá tiene mucho que ver su entrenador, el señor Pedro Zape.
También pude observar el crecimiento de Emilio Izaguirre.
Figueroa nos dejó bien en claro que donde mejor se desempeña es como central por la izquierda.
El señor Rueda deberá encontrar el volante, o los volantes de contención; creo que, si bien hay varios y muy buenos jugadores, habrá que ver con quién se la va a jugar en ese puesto.
Creo que lo de Rambo de León fue bueno, pero debe tener mayor participación en el juego. No nos podemos quedar sólo con chispazos. Es un gran futbolista y requerimos mayor volumen de su fútbol. Eso sí, nos regaló un gol de altísima factura.
En la zona explosiva se la jugó con dos puntas. Se complementaron muy bien; el trabajo de Costly fue desgastante y solidario con sus compañeros, y David cuando tuvo que encarar mano a mano sacó a relucir su eficacia goleadora.
Muchos puntos positivos se sacaron de estos dos encuentros; son muchos los apuntes que debió tomar el cuerpo técnico.
Se está trabajando bien, hay gente muy seria y responsable que ha tomado las riendas de la Bicolor, pero como dije al comienzo, señores, EQUILIBRIO, tanto en los aficionados, como en los periodistas, pero sobre todas las cosas, equilibrio total en los jugadores… aún está muy lejos el objetivo final.
