El Leicester inició este sábado la defensa del título de la Premier League conquistado la pasada temporada con una sorprendente derrota en el KC Stadium a manos del recién ascendido Hull City (2-1).
El conjunto entrenado por el italiano Claudio Ranieri, que la última campaña obró el milagro al conquistar la primera Premier de su historia, acusó en exceso la ausencia de N'Golo Kanté -fichado por el Chelsea-, la falta de puntería de un desacertado Jamie Vardy y la poca implicación de Riyad Mahrez, en la órbita de varios clubes importantes.
Ante los vigentes campeones estaba un Hull que, a priori, parecía el equipo ideal para arrancar de la mejor manera la competición, puesto que los 'Tigers' no tenían entrenador -el interino Mike Phelan se sentó en el banquillo- y habían sufrido una plaga de lesiones en la pretemporada que obligó a convocar a varios canteranos.
La primera ocasión de ligero peligro para los visitantes no llegó hasta el minuto 19, en una incursión por la izquierda del rapidísimo Musa, que dejó sentado a dos defensas y puso un balón al punto de penalti, donde Vardy, con la pólvora mojada este sábado, no acertó a rematar.
Sin embargo, con el tiempo ya cumplido, y cuando todo apuntaba a un empate sin goles al descanso, el noruego Adama Diomandé, con la ayuda de su compañero Abel Hernández, mandó el balón al fondo de la red tras un rechazo de Kasper Schmeichel. Excesivo premio para unos 'Tigers' que no se podían creer que estuvieran ganando a los vigentes campeones.
A la vuelta de vestuarios, cuando no se habían cumplido los primeros 30 segundos, el partido dio un giro de 180 grados después de que el árbitro, el siempre controvertido Mike Dean, señalara un más que dudoso penalti de Tom Huddlestone sobre el joven Gray.
No falló Riyad Mahrez, el mejor jugador de la pasada campaña, que engañó al guardameta y subió el 1-1 al marcador del KC Stadium para alivio de un Ranieri que no paraba de dar instrucciones desde la línea de cal.
Pese al tanto del empate, no se vinieron abajo los locales, y a los 11 minutos de la reanudación se volvieron a poner por delante merced a un gran gol de extremo escocés Robert Snodgrass, que desde la frontal del área batió con la zurda a un dubitativo Schmeichel.
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