El Houston Dynamo encabezado por el delantero hondureño Alberth Elis sumó este miércoles una nueva derrota (1-0) en el campo del New York Red Bulls en Harrison, New Jerse, y los de la 'Gran manzana' se convirtieron en los lideres absolutos de la MLS.
El también atacante catracho Romell Quioto inicio en el banco de suplentes, mientras que el habilidoso mediocampista Boniek García no realizó el viaje con el objetivo de darle un descanso.
En una noche extremadamente calurosa y con altos niveles de humedad “la panterita” hondureña se tiró por el sector derecho con su acostumbrado dorsal 17, su labor se vio frustrada por una escalonada marcación que le realizan Connor Lade y Tyler Adams, pese a la falta de espacios se las ingenió para llevar peligro.
A los 11 minutos en un centro desde la izquierda se levantó sobre su marcador y aunque el remate de cabeza le salió machucado, en el rebote disparó con prontitud a marco, en el fondo el arquero de los neoyorquinos se quedó con el suave disparo del delantero nacional, esa acción representó lo más apremiante en la participación del catracho en la etapa inicial.
A los 55 minutos el Houston Dynamo cedió defensivamente, una viveza de Alex Muyl y posterior servicio a Brian White y New York Red Bulls lo ganaba 1-0, la respuesta de Wilmer Cabrera fue inmediata, el colombiano hizo ingresar a Romell Quioto tres minutos después en busca de opciones en un deslucido ataque tejano.
El reencuentro con el gol del cual el romántico se ha visto eludido casi se produce al minuto 63, en un tiro de esquina y con remate picado de cabeza casi vence a Luis Robles, le faltó fortuna. A los 75 minutos sin haber mostrada esa agresividad que le caracteriza, Elis vio como el salvadoreño Arturo Alvarez le indicaba que su noche había terminado.
Al igual que Elis, el aporte de Quioto fue mínimo, ambos futbolistas al igual que el resto del plantel del Houston Dynamo lució maniatado, sin ideas, sin capacidad en último tercio del campo, con la victoria prácticamente los tejanos le dirán adiós a los playoffs de la MLS, una labor que parece imposible de lograr; aunque las matemáticas digan lo contrario, en el horizonte se encuentra la final de la U.S Open Cup un torneo que les permitiría subsanar las heridas de la temporada regular y de paso volver a las competencias internacionales de la Concacaf.