Redacción.
Diego Armando Maradona es una leyenda del fútbol, dentro y fuera de la cancha. No tiene comparación a criterio de algunos futbolistas como Zinedine Zidane.
Diego Armando Maradona es una leyenda del fútbol, dentro y fuera de la cancha. No tiene comparación a criterio de algunos futbolistas como Zinedine Zidane.
La mejor cara de Maradona la mostró en el año 1984 cuando llevó al Nápoli a una cancha de barro para jugar un partido en beneficio de un niño enfermo.
El 'Pelusa' tuvo la idea porque la familia del pequeño no podía asumir su costosa operación por su pobreza, razón por la que solicitó apoyo al Nápoli que sorpresivamente no quiso hacerse cargo del asunto.
El problema llegó a oídos de Maradona, quien pidió jugar un partido amistoso pese a la negativa del presidente Corrado Ferlaino.
Como el Nápoli no quiso ceder su estadio ni la FIFA avaló el encuentro, Maradona decidió rebelarse y organizó el partido por su cuenta.
'¡Cómo diablos no vas a ayudar a este pobre niño!', le gritó a Ferlaino antes de avisarle que jugaría y pagaría 12 millones de dólares por un seguro contra lesiones.
En medio de los autos estacionados y frente a un combinado local, Maradona se presentó con el plantel del Nápoli en la cancha del humilde barrio del niño. Allí, pese a que en la previa se desató una lluvia que llenó de barro el campo, cumplió con su promesa y saludó a los 4 mil hinchas que llegaron para verlo.
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