El fútbol siempre da recompensas a quienes trabajan en silencio. Esta semana, Daniel Meléndez, joven centrocampista de 22 años del Génesis de Comayagua, se robó los reflectores tras anotar un golazo de volea que le dio el empate 1-1 a su equipo ante Olimpia en la jornada 9 del Torneo Clausura 2024-25.
Meléndez es oriundo del municipio de Ajuterique, Comayagua, y aunque este gol lo ha puesto en la mira de muchos, su historia en la Primera División ya tiene camino recorrido.
Con 59 partidos en el máximo circuito, ha sido el resultado del sacrificio y la perseverancia, trabajando sin hacer ruido hasta este momento con una anotación que catalogó como el “gol de su vida”, el primero en su carrera profesional.
“Muy feliz y contento por haber anotado este bonito gol. Cuando lo vuelvo a ver, no lo creo. Cuando venía el balón arriba lo único que se me vino a la mente fue agarrarla de primera y gracias a Dios salió un bonito gol”, inició relatando en entrevista para Diario La Prensa.
-¿Gol de tu vida?- “Sí, es el gol de mi vida porque es el primero en la Liga Nacional, el primero de muchos y más por hacérselo al Olimpia”, respondió con signos de nostalgia.
De Daniel se conocía poco hasta ahora, pero su carrera comenzó a los 13 años en las inferiores de Real España, equipo con el que debutó en Primera División bajo la dirección de Raúl ‘El Potro‘ Gutiérrez.
Sin embargo, la falta de oportunidades lo llevó a buscar minutos en otros horizontes, encontrando en Génesis su oportunidad de consolidarse.
UNA HISTORIA DE SACRIFICIO Y PERSEVERANCIA
Pero más allá del fútbol, su historia de superación refleja el esfuerzo de un joven que ha luchado contra las adversidades, como dejar su vida en el campo en su natal Ajuterique (Comayagua) para buscar otra vida en la capital industrial ajetreada por el tráfico y el vaivén de la vida.
Su madre era el único sustento en casa y muchas veces el dinero no alcanzaba. Por ello, Meléndez rompió el silencio sobre cómo sacrificó sus estudios para dedicarse al fútbol y que, en más de una ocasión, solo tenía para pagar el pasaje de ida a los entrenamientos, regresando a pie por falta de dinero.
“Cuando estaba en San Pedro Sula sacrifiqué mis estudios por el fútbol, mi madre me apoyó. Yo he venido desde cero, con la ayuda de Dios y mi familia he llegado hasta donde estoy”, remembró.
Además, recordó que “en los primeros días me tocaba caminar desde la sede del Real España hasta la casa cuando salía de los entrenos porque solo me podían ir a dejar. Solo ella (su madre) sabe el sacrificio que hacía, mi hermana estudiando y yo yendo a los entrenos se hacía mucho el costo”. “Yo lo que quiero es éxito para darle todo lo que un día me dio mi mamá con mucho esfuerzo”, reiteró.
Sobre su sueños tiene en claro que quiere “salir al extranjero y llegar a la Selección de Honduras. Me ilusiona porque ahora han estado llamando jóvenes, así que para eso estoy trabajando”.
Este es Daniel Meléndez, un joven que con esfuerzo y talento está escribriendo su propia historia y que seguramente le espera un camino triunfador con retorno de éxito.