El Bayern Múnich puso fin a una impresionante racha de casi diez meses sin perder un partido al ser goleado por 4-1 en su visita al Hoffenheim, este domingo en la segunda jornada de la Bundesliga.
El gigante bávaro, que el jueves ganó la Supercopa de Europa al superar 2-1 al Sevilla en la prórroga, llevaba 23 partidos seguidos ganando, teniendo en cuenta todas las competiciones, algo que ningún club de los cinco grandes campeonatos europeos había logrado anteriormente.
El Bayern, vigente campeón de Alemania y de Europa, no perdía un partido desde el revés 2-1 en Mönchengladbach el 7 de diciembre de 2019.
El bosnio Ermin Bicakcic (minuto 16) y el israelí Munas Dabbur (24) adelantaron al Hoffenheim en la primera media hora, antes de que Joshua Kimmich (36), con un disparo desde fuera del área tras un pase de Thomas Müller, consiguiera dar esperanzas a los muniqueses.
Pero en el último cuarto de hora, el croata Andrej Kramaric (77 y 90+2 de penal) asestó los zarpazos definitivos para consumar la sorpresa.
Kramaric suma ya 5 dianas en esta Bundesliga y lidera la tabla de máximos anotadores.
Con su triunfo, el Hoffenheim se pone como nuevo líder de la Bundesliga, igualado a 6 puntos con el Augsburgo.
Son los dos únicos equipos que han logrado arrancar la temporada con dos victorias y ambos tienen la misma diferencia de goles (+4), pero el Hoffenheim figura por delante en la tabla por un mayor número de goles marcados (7 contra 5).
- Tropiezos de los grandes -
El equipo de Múnich, que había empezado esta liga alemana con un impresionante 8-0 sobre el Schalke 04, había empezado esta segunda jornada como líder.Ahora queda sexto, con 3 puntos, y sin poder aprovechar los tropiezos del sábado de los otros grandes de Alemania. El Borussia Dortmund (9º) había caído 2-0 en Augsburgo, con lo que también se queda con 3 puntos, mientras que el RB Leipzig (4º) había empatado 1-1 con el Bayer Leverkusen y suma 4 unidades.
En su visita a Sinsheim este domingo, el Bayern demostró que el cansancio ha pasado factura tras el esfuerzo de Budapest del jueves para ganar al Supercopa de Europa, pese a que el entrenador Hansi Flick dejó de entrada en el banquillo a varios pesos pesados, entre ellos el goleador polaco Robert Lewandowski.