El Barcelona solventó su amistoso de Doha (Catar) con un partido plácido (3-5) ante el Al Ahli Jeddah, un choque que sirvió, al menos, para ver cómo Paco Alcácer por fin estrenó su cuenta goleadora con el conjunto azulgrana.
El encuentro, un compromiso pendiente del club catalán con el que ha sido su patrocinador principal los últimos cuatro años, tuvo muchos goles, pero poca tensión competitiva y aún menos historia.
Salió el Barça casi con todo su equipo titular, incluido su famoso tridente, aunque la MSN solo estuvo media hora sobre el césped del estadio Al-Gharafa. No necesitó más.
A los 17 minutos de juego ya habían marcado los tres. Primero Luis Suárez, quien rozó ligeramente con la espalda un centro de Messi que acabó en gol, después el propio Messi, que fusiló a Mosailem para finalizar una jugada que empezó con un robo de Neymar. Y, a continuación, el brasileño, que ya había avisado con un tiro al palo y que tuvo el premio del gol al rematar una asistencia de Rafinha (3-0).
| Arda Turan, del FC Barcelona, disputa la pelota con Ali al-Zubaidi de Al-Ahly durante un amistoso partido de fútbol entre el FC Barcelona y el Al-Ahli FC de Arabia Saudita el 13 de diciembre de 2016 en la capital de Qatar, Doha. / Foto: AFP
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El peligro local en el primer acto lo llevó casi siempre Al-Moasher, el hombre más incisivo del conjunto catarí, aunque Al-Jassim, en una vaselina que repelió Cillessen, y Al-Soma, que cruzó demasiado el balón tras plantarse solo ante el meta azulgrana, también rondaron el gol.
Messi haciendo marca a sus rivales. / Foto: EFE
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Alcácer, que cabeceó un centro de Rakitic, y Rafinha, en una gran jugada personal, pusieron el 1-5 antes de la hora de juego y, como ocurrió en la primera mitad, el Barça se dejó a ir entre tanto cambio, la intrascendencia del choque y lo abultado del marcador.
El equipo catalán tomó de nuevo el control para que la remontada local no fuera a más y ahí acabó todo. El Barcelona, eso sí, tuvo que jugar los últimos diez minutos con un hombre menos por la lesión de Aleñá, que se lastimó solo al rematar un balón.