05/12/2025
12:10 AM

Allan Banegas, el heredero que dejó Berríos

Para ser el capitán de Marathón tuvo que sacrificar sus estudios y trabajar en fincas de palma africana.

    Yoro, Honduras

    Mario Berríos dijo que su relevo como capitán de Marathón debía ser alguien de la casa y que él miraba en Allan Banegas todos los elementos necesarios y desde el retiro del pequeño volante el tiempo le ha dado la razón.

    El mediocampista de 24 años sabe lo que es sufrir y amar los colores verdolagas. Le tocó esperar cuatro años para su oportunidad y vivir toda la crisis de un club que ha resurgido de las cenizas para ahora pelear el título del torneo Clausura contra Motagua.

    Allan es el mayor de cuatro hijos que ha procreado el matrimonio entre Edwin Banegas y Nolvia Murillo. Nació en El Progreso, Yoro, y ha vivido toda su vida en Estero Indio, una aldea de El Negrito, Yoro, cercana a Mezapa y los excampos bananeros.

    Comenzó su carrera en las reservas del Marathón luego de realizar una dura prueba en este equipo tras su paso por la Copa Gatorade con el instituto José Simón Azcona, en 2011.

    El papá de Mario Berríos tenía gran amistad con el abuelo de Allan, don Antonio Banegas (QDDG) y desde entonces estas familias han tenido una cercanía. Cuando faltaban seis meses para que Allan se graduara del colegio, el otrora capitán verdolaga Mario Berríos llamó al papá de Banegas para decirle que llevara a su hijo a realizar una prueba. “Había pasado un mes y nadie nos decía nada”, recuerda la madre del jugador del Marathón. “Le dije que se viniera y que le buscaría trabajo, pero Cristhian Caballero, quien era uno de los entrenadores de las reservas, me decía que tuviera paciencia, que Allan tenía talento”, contó doña Nolvia.

    Al final Allan fue aceptado y allí estuvo junto con el jugador del Olimpia German Patón Mejía, con quien también había compartido en una selección que había armado en El Progreso el exfutbolista Maco Anariba.

    El sábado anterior, cuando Marathón eliminó a Real España, Emily Danelia, la hija que Allan procreó con Ilsy Medina, cumplió once meses. “Es un ejemplo de hijo y de padre”, dice su mamá.

    Banegas estuvo cuatro años en las reservas de Marathón. “Tenía que salir a las 4:00 am de aquí para agarrar el bus de las 5:00 am y regresaba como a la 1:00 pm a ayudarle a trabajar en las palmeras a mi papá”, recuerda Banegas.

    En 2013, Carlos Martínez lo subió al primer equipo, pero luego vino Manuel Keosseián y a mediados de 2014 lo bajó a las reservas. Luego llegó Héctor Castellón y lo subió otra vez al primer equipo y le dijo que podía tener una oportunidad, pero le pidió paciencia porque el equipo estaba pasando un mal momento. El 27 de enero de 2015 tuvo la gran oportunidad de debutar y fue contra Real Sociedad en el empate 0-0, todo parecía que iba bien. “Solo jugué los primeros dos juegos y me mandaron a la banca”, cuenta.

    Castellón salió del equipo y en su lugar llegaría Jairo Ríos. “Recuerdo que un miércoles fuimos a jugar a Santa Bárbara por la Copa Presidente y Ríos me dijo que le gustaba como jugaba”.Tres días después, el 28 de febrero de 2015, Ríos le dijo a Banegas que iba de titular en el clásico contra Olimpia. Jorge Luis Pinto estaba en las graderías del Yankel Rosenthal y Marathón venció 3-2 a los albos, ese día la vida comenzó a darle frutos a Banegas.

    Pinto se fue impresionado con él y lo convocó al preolímpico, adonde se amarró el boleto a las recordadas Olimpiadas de Río 2016, en las que Allan Banegas jugó los seis partidos, los primeros cinco como titular y el último ingresando en el segundo tiempo.

    Luego de conquistar Río con la Sub-23, Allan Banegas regresó al país y se puso a disposición de Carlos Pavón, quien para esas fechas ya había reemplazado a Jairo Ríos.

    El 28 de agosto de 2016 es una fecha marcada en la vida de Allan Banegas, pues Marathón estaba empatando 0-0 en su visita al Juticalpa y Mario Berríos salió de cambio a los 75 minutos. “Tenga el gafete de capitán, usted es el que debe usarlo”, le dijo Berríos. Al final el equipo ganó 1-0 y desde esa fecha por decisión de Berríos y avalado por el grupo era el subcapitán.

    A inicios del presente campeonato, Berríos antes de despedirse le dijo al grupo que su sucesor como capitán debía ser Allan Banegas, le preguntaron a Héctor Vargas y él dijo que estaba de acuerdo que alguien de la casa tomara esa responsabilidad. Ahora, Allan se prepara para ganar su primer título con el equipo de sus amores. “Sería algo lindo ganarlo siendo el capitán”, dijo el que es conocido por todos como el orgullo de Estero Indio.