Primero fue Poff, ahora Darío Cálix invita al lector a bailar El último tango en San Pedro, libro de cuentos que presenta este jueves 20 de agosto -a las 7:00 pm- en el Museo de Antropología e Historia. Y para dejar constancia de este atrevimiento -publicar libros en una urbe saturada de no lectores- le entrevistamos y él accede a constestar sin censura.
Con la llegada de este nuevo libro, ¿cómo ves Poff, tu primera publicación de hace tres años?
Me sigo sintiendo bien respecto a Poff, una novelita harto experimental. Cuando se experimenta demasiado, como fue el caso, se arriesga. Y, como es de esperarse en un escritor novato y tan joven, en varios de esos riegos o apuestas terminé fallando; sin embargo, en muchos otros acerté. Haciendo el balance general, me sigue pareciendo un buen libro. El mayor riesgo estaba en su estructura inusual, misma que lo terminó haciendo demasiado denso, difícil de penetrar. Según lo veo ahora, en retrospectiva, ese es su mayor pecado pero a la vez su mayor virtud: los lectores lo odian o lo aman por eso mismo. Y eso está perfectamente bien.
Muchos autores van del cuento a la novela, vos comenzaste con la novela Poff y ahora presentás cuentos, ¿te ha preocupado alguna vez esa especie de orden?
No, realmente. Poff, en todo caso, está compuesta por varias piezas que bien podrían funcionar independientemente como cuentos breves. No creo que nadie debería de preocuparse por llevar un orden; pues tal orden no existe en realidad. Uno debería de ir experimentando a como le de la gana. Claro que el aliento es algo que se va desarrollando: si bien empecé con una novela, se trata de una novela fragmentaria, es decir, de corto aliento. En este mi segundo libro, hay al menos dos cuentos de extensión considerable, con una ambición narrativa mucho más grande que cualquier momento de Poff.
El tango es divertimento, pasión, energía sexual; San Pedro Sula es un entramado de violencia, inseguridad, pobreza... ¿qué encontrará el lector en estos cuentos?
Un poco de todos esos elementos, sin duda alguna. Un tango es vertiginoso, y esa naturaleza llevan estos cuentos. Siempre hay un giro que lleva al lector de lo divertido y erótico a lo peligroso y hasta macabro, en fin, a lo sampedrano. La muerte ronda en cada página, como ronda cada calle de esta ciudad... Aquí cada tango que te andés echando puede ser el último tango.
¿Podés compartir acerca del proceso de creación de los cuentos de El último tango en San Pedro Sula?
El origen del libro viene de dos palpitaciones claras: por un lado, transmitir esa sensación de inminente peligro que vivimos día con día; y por otro, tratar el tema del fin de la juventud. Esos son los dos hilos que entrelazan de una manera u otra los cuentos de El último tango.
La literatura de algunos jóvenes es más viceral y poco les preocupa la crítica o condicionar el texto con el fin de que sea vendible en centros educativos, ¿a vos qué te preocupa cuando escribís y publicás?
Lo único que me preocupa a la hora de escribir una obra y, finalmente, decidir publicarla es superarme a mí mismo. Y conseguir la certeza de que lo hecho aporta algo a la literatura no sólo hondureña, sino mundial. Aspiro a ser un buen escritor, el mejor posible, y eso es todo. Lo demás carece de importancia verdadera. En cuánto a la crítica, siempre habrá a quién le guste y a quien no, pero si uno tiene criterio propio y estándares de calidad bien definidos -cosas que se adquieren solo mediante un buen cúmulo de lecturas- no tiene porque tener mayor repercusión. Y en cuanto a las ventas, pues ni modo, uno se las arregla como pueda. Jamás incurriría en la auto censura sólo para que viejas y viejos cuadrados de centros educativos quieran vender mis libros, primero muerto o en la bancarrota. Hasta la parte financiera, que nos toca por huevos a los escritores del tercer mundo y más allá, hay que buscar resolverla con gente inteligente, así tarde uno años y años para despachar un tiraje de libros y al final se salga perdiendo dinero... Al final, si las cosas se hacen bien, uno reirá de último y saldrá bailando de este infierno.
“El último tango en San Pedro” se presenta el jueves 20 de agosto en el Museo de Antropología e Historia. Además de la presencia del escritor Darío Cálix, J.J. Bueso compartirá sus apreciaciones sobre este libro de cuentos. También estará el músico Obed Baca. La entrada es libre.
Sobre el autor
Darío Cálix nació en San Pedro Sula el 24 de junio de 1988. En 2011 publicó Poff. También ha publicado su obra narrativa en la antología de narrativa sampedrana Entre el Parnaso y la Maison (2011). Y su poesía apareció en la antología Sociedad anónima (2007). Es fundador del colectivo literario La Hermandad de la Uva.
