Murillo Soto era, además de profesor, vocal de Policía. Me citó con el Policía Municipal. El estudiantado se paralizó disgustado. Me recibió, muy serio y formal.
La atención es uno de nuestros recursos más escasos y valiosos. Sin atención no hay enfoque. Sin enfoque no hay dirección. Y sin dirección... no hay propósito.
Hacer evaluación cristiana no es hacer un inventario de fallos, sino dejar que el Espíritu nos muestre qué frutos estamos dando y cuáles están por madurar.