”En los países ricos la gente no se muere de paludismo o malaria, pero se mueren de vacío, de estrés, de aburrimiento, de desencanto y de desesperanza. Nuestra sociedad está marcada por la ansiedad y la tristeza”, recalcó.
Los gritos y la quema de neumáticos “daña el ambiente y daña nuestra vida porque eso es construir sobre el odio y no sobre el diálogo y la fraternidad”, recordó el Cardenal Óscar Andrés Rodríguez.