Gozar del delicioso aroma de las plantas. Degustar un plato de la cocina tradicional elaborado con sus propias manos. Sentir la cálida caricia de la brisa veraniega sobre la piel. Cerrar los ojos y deleitar los oídos con una pieza de música clásica. Son formas sencillas de disfrutar al máximo la vida.
Este tipo de prácticas activan nuestras percepciones. “Le ayuda a conectarse con la vida, lugares, espacios y estímulos del mundo exterior y con nuestra natural alegría interior para sentirnos mejor”, explica la terapeuta corporal Cristina Flames, profesora de danza oriental y gimnasia al aire libre.
Para desarrollar nuestra percepción, según Flames, “debemos comportarnos como una esponja, que absorbe con avidez todo lo que le llega para almacenarlo en su interior e impregnarse de su esencia. A menudo se nos olvida ejercitar nuestros sentidos y sacarles partido porque vivimos a toda prisa intentando cumplir una infinita lista de actividades”.
Lo sensitivo es todo aquello relativo a las sensaciones producidas sobre los cinco sentidos y especialmente sobre la piel, indica María de los Ángeles Barja, psicóloga clínica. “Aunque obviamente todas las personas poseen cualidades sensitivas, desarrolladas en mayor o menor grado, y a menudo más en algunos tipos de percepción que en otras, el funcionamiento de los sentidos siempre se puede ampliar, convirtiéndolo en una experiencia sanadora y transformadora”. Tome nota de los siguientes consejos y aprenda a renovar su interior.