'Del odio al amor... hay un solo paso'

Eso dice un viejo refrán y un nuevo estudio revela que enamorarse de alguien que antes te caía mal tiene una explicación científica



  • 02 mar 2020

Si en alguna ocasión se enamoró perdidamente de alguien que al principio 'detestaba', no lo considere como una locura. Es más común de lo que parece y tiene una explicación.

Investigadores de la University College de Londres analizaron los nexos neuronales entre el odio y el amor, y los resultados fueron sorprendentes.

A través de resonancias magnéticas, analizaron el comportamiento del cerebro de 17 personas, las cuales fueron tomadas mientras veían las caras de personas que odiaban y de conocidos por quienes tenían sentimientos neutrales. A cada uno se le dio una puntuación de odio que debía tener en cuenta al ver a las personas que detestaban, y eso sirvió para analizar sus otras conductas.

Los rostros de las personas odiadas generaron una mayor actividad en una parte del cerebro de los participantes. Pero, la investigación demostró que el patrón cerebral del odio, a pesar de ser muy diferente al del amor romántico, curiosamente comparte dos áreas con él en el cerebro. Es decir, dos sentimientos que son increíblemente opuestos en la práctica, biológicamente comparten las mismas zonas cerebrales: el putamen y la ínsula.

Los investigadores concluyeron que el amor romántico es un sentimiento biológico que impulsa a las personas a hacer actos heroicos. Sin embargo, al dejarse llevar por el odio, hay gente que también hace cosas increíblemente malvadas y crueles de forma irracional. Es decir, ambas son pasiones que motivan a los humanos a cometer actos que, de manera consciente, muy probablemente no harían.

Semir Zeki, uno de los autores de la investigación, es que el putamen participa en actos agresivos que, tristemente, a veces se presentan en una relación romántica, como cuando, por ejemplo, una persona se siente amenazada por un rival que se acerca a su pareja o por alguna pelea que surge entre ellos.

Ahora bien, cuando se presenta el sentimiento del amor romántico, algunas partes de la corteza cerebral vinculadas con el juicio y el razonamiento se desactivan, a diferencia con el odio, donde únicamente se desactiva una pequeña zona relacionada con estas características. En conclusión, podría decirse que nos mantenemos alerta cuando sentimos odio.

Con información del sitio Genial.guru