Este tipo de infidelidad surge de la necesidad del ser humano por sentirse deseado. Y, aunque suene raro, este tipo de adulterio es el más fácil de entender; al final se trata de sexo y nada más.
No obstante, existe un tipo de infidelidad del que pocos hablan, pues es más difícil de detectar. Incluso, hay quienes aseguran que ni siquiera se trata de infidelidad, o al menos no hasta que exista contacto físico.
Hablamos de la infidelidad emocional. Esta es aún más dolorosa y difícil de perdonar que una simple infidelidad sexual, pues se establece un vínculo muy fuerte entre los infieles. Los pensamientos, los sentimientos y las emociones son entregados a una tercera persona.
Es muy difícil predecir si una persona puede ser infiel sentimentalmente, pues la mayoría de las veces, todo comienza como un simple jugueteo en el que ambas partes ni siquiera imaginan lo que está por suceder.
El coqueteo empieza a través de mensajes, pero se va tornando más intenso.
Los mensajes se vuelven cada vez más cariñosos, las llamadas telefónicas son más frecuentes y largas. Los infractores consideran que no es infidelidad, pero sí lo es.