REDACCIÓN. Para superar la
muerte de un ser querido debemos pasar una serie de fases durante un periodo de duelo. Las fases básicas de este periodo son tres: negación, dolor y asimilación. Está claro que l
as tres fases forman parte de un proceso, y en los tres casos el tiempo de duración depende mucho de la persona y el tipo de vínculo que había entre esta y la que ya no está.
La negación, es una etapa marcada por el drama de la noticia, que en un inicio cuesta asimilar. Cuándo alguien que queremos de repente nos deja, no podemos hacernos a la idea de qué esa persona ya no va a estar más con nosotros, y lo común es que se digan frases tales como “esto es una pesadilla, no es real”. Esta es la fase más corta, aunque también la más complicada.
Una vez aceptada la muerte, vendrá un periodo marcado por el dolor. Durante esta etapa es necesario buscar consuelo en nuestros seres queridos. Está claro que por mucho que le den el pésame, cuándo alguien al que quiere muere, nadie puede comprender su dolor.
Durante este periodo es necesario que llore todo lo que tenga que llorar, dejarlo dentro es peor. La última fase es la asimilación. En esta fase tras el intenso dolor viene la fase de adaptación que nos permite rehacer nuestra vida y seguir adelante.
La negación, es una etapa marcada por el drama de la noticia, que en un inicio cuesta asimilar. Cuándo alguien que queremos de repente nos deja, no podemos hacernos a la idea de qué esa persona ya no va a estar más con nosotros, y lo común es que se digan frases tales como “esto es una pesadilla, no es real”. Esta es la fase más corta, aunque también la más complicada.
Una vez aceptada la muerte, vendrá un periodo marcado por el dolor. Durante esta etapa es necesario buscar consuelo en nuestros seres queridos. Está claro que por mucho que le den el pésame, cuándo alguien al que quiere muere, nadie puede comprender su dolor.
Durante este periodo es necesario que llore todo lo que tenga que llorar, dejarlo dentro es peor. La última fase es la asimilación. En esta fase tras el intenso dolor viene la fase de adaptación que nos permite rehacer nuestra vida y seguir adelante.