Reconoce el
abuso emocional
La humillación, la invalidación y la crítica: te sientes menospreciado o juzgado constantemente, o te dicen que eres demasiado sensible.
La dominación, el control y la vergüenza: te hacen sentir como un niño, y constantemente te encuentras pidiendo 'permiso' para realizar actividades normales.
La negación y demandas irracionales: la otra persona no puede aceptar la culpa o pedir perdón, además, niega o manipula constantemente a su favor los hechos.
Ten cuidado con
la manipulación
-Constantemente dudas de ti mismo.
-Siempre pides perdón, incluso por errores insignificantes o inexistentes.
-Sabes que algo está terriblemente mal, pero no haces nada al respecto.
-Tienes conflictos para tomar decisiones simples.
-Te preguntas si eres demasiado sensible.
Manten una
relación sana
-Apoyo emocional y buena voluntad
-El derecho a tener tus propias opiniones y sentimientos, incluso si difieren de los de tu pareja
- El estímulo a tus intereses y logros
- Expresiones físicas y emocionales, incluyendo los ataques de ira
- Lenguaje respetuoso que se mantiene alejado de los insultos y las humillaciones.
Saca a la luz
el problema
Lanzar una acusación de abuso emocional en el medio de una discusión airada (incluso si tu reclamo es perfectamente legítimo), es una receta para el desastre. En lugar de eso, considera estas alternativas menos conflictivas:
Pregúntale a la otra persona si pueden discutir calmadamente. En lugar de mencionar el término 'abuso emocional', di que piensas que hay cosas que ambos pueden trabajar para mejorar la relación. Utiliza mucho el lenguaje del 'yo', como por ejemplo 'yo siento que me tratas como un niño cuando tengo que pedirte permiso para salir', en lugar de lanzar acusaciones que empiecen con 'tú'.
Escribe
una carta
Escribe un par de líneas, y evita las declaraciones directamente acusatorias que despierten la ira de la otra persona. Por ejemplo, en lugar de decir 'te burlas de mí, y es algo que odio', intenta con 'me siento humillado cuando te burlas de mi'.
Busca apoyo
Adicionalmente, si la relación emocionalmente abusiva se termina por completo, es bueno tener a alguien que te apoye en el proceso de transición.
No escojas un amigo mutuo. Alguien que se sienta obligado a ser leal con la otra persona en una relación emocionalmente abusiva, no es buena idea. En lugar de eso, deposita tu confianza en alguien que conozcas bien, pero que no sienta una obligación en particular con tu abusador.
Evita la
desesperación
Busca ayuda
profesional
Si te preocupa el dinero, busca los servicios de salud mental suministrados por el estado. O, si eres estudiante universitario, contacta con el centro de salud estudiantil.
Independientemente de que quieras o no salvar la relación, es importante ver a un profesional. Si tu abusador no le interesa participar, entonces simplemente puedes enfocarte en curar tus propias heridas y seguir adelante.
Rompe
el ciclo
Ten cuidado con permitir que alguien más abuse de ti emocionalmente. Si te encuentras repitiendo las mismas conductas de víctima, detente de inmediato.
No adoptes las acciones de tu abusador. Puede que necesites ejercer poder o dominación sobre las otras personas para que tú no te sientas victimizado, pero resiste.