Ante pérdida, buscar ayuda es lo aconsejable

Hombres y mujeres afrontan de diferente manera el duelo por el fallecimiento de su pareja

  • 22 dic 2015

Redacción. Perder a la pareja después de 30, 40 o 50 años de convivencia es un evento que impacta a quien sufre la pérdida, pero en mayor medida al hombre cuando fallece la mujer.

Ante este suceso cuando se está en la tercera edad, se suele requerir apoyo de especialistas en manejo de emociones, ya sea un psicólogo o un tanatólogo, aunque también el de un ser querido puede ser reconfortante y sanador.

'La pérdida se llega a trabajar informándoles lo que es un duelo, que un duelo es, tal como la palabra lo menciona, algo que duele, entonces, estamos perdiendo a una persona querida, a la pareja', comentó.

'En las depresiones es muy común en los adultos mayores que las viudas tengan mayor aceptación, que es la última fase a la que se quiere llegar para poder continuar viviendo con esa calidad para no desperdiciar la vida'.

Graciela Saldaña Martínez, maestra en Gerontología hizo énfasis en la necesidad de hablar de la muerte desde el nacimiento y aceptarla como un proceso que es parte de la vida para estar preparados al enfrentar la de los seres queridos.

Dijo que las mujeres suelen ser más fuertes ante este acontecimiento, quizá porque tiene más habilidades de socialización que los varones, incluso ellas son capaces de visualizarse a futuro en una condición de viudez, anticipándose a cómo sería su vida si fuera el caso.

'Las pérdidas se manejan de una forma muy personal porque cada quien su duelo lo vive de manera diferente y el tanatólogo requiere, desde esa primera entrevista, hacer un genograma, identificar el duelo de la persona, le tengo que preguntar qué es lo que le duele, qué pérdidas, aparte de la física, está sintiendo', manifestó Saldaña Martínez.

Y es que con la muerte de la pareja hay situaciones que cambian, desde el amor y el apoyo moral, hasta la economía y la seguridad que generaba el estar acompañado.

La importancia de vivir el duelo y estar guiado en el proceso radica en evitar que se vuelva crónico, señaló, pues es necesario pasar por distintas fases como negación, enojo, dolor y depresión -aunque no forzosamente por todas ni siguiendo un orden- para culminar en la aceptación.

La recomendación de la especialista es acudir a grupos de tanatología, buscar literatura relacionada con la pérdida y acercarse a grupos religiosos o espirituales que también estén capacitados para orientar y dar apoyo en este trance.

Fuera dolor
La muerte es un paso que debe asumirse desde el inicio de la vida y para ello aquí algunos consejos.

Hablar con los hijos de la muerte y su significado, sin miedo ni como una amenaza, puede servir para generar conciencia de que inevitablemente ocurrirá y con ello sentirla de una manera diferente.

Ante la pérdida de la pareja, acercarse a un profesional en busca de terapia o simplemente para tener alguien a quién compartirle las emociones que se están experimentando.

Unirse a grupos de apoyo con los que se pueda exponer el dolor, pero también aprender de lo que otros han vivido en una situación similar.