Pareja
Redacción. Se espera que en esta época reine la armonía, sin embargo, para muchas parejas es tiempo de peleas porque no logran acordar con qué familia celebrarán la Navidad y el Año Nuevo.
“Son fechas que también causan dolor e incluso separaciones momentáneas, pues hay quienes se dividen: uno va con su familia, y el otro con la suya”, señala Lilian Urco, terapeuta.
Una pareja no tiene que subirse al ring ni enfrentar una pelea. El problema es cuando uno trata de imponer pasar ambas fiestas con sus familiares. María Enriqueta Gómez, terapeuta, señala que lo ideal es lograr un acuerdo, pero llegar a él no es nada fácil.
La experta recomienda fijar una hora y lugar para negociar. Después, establecer un tiempo para discutir el tema. “Ponerse a discutir dos o tres horas sobre lo mismo es improductivo y desgastante”, señala. Advierte que tratar de convencer al otro de que su punto de vista es equivocado y el suyo es el razonable es lo peor que se puede hacer.
“Se trata de una negociación, no de ver quién gana y quién pierde, sino de que ambas partes pierdan poquito”, subraya.
Múltiples opciones
La terapeuta Lilian Urco indica que las parejas tienen varias opciones, pero cada una debe buscar la que más le convenga:
* Convivir un rato con la familia de él y otro con la de ella, o pasar el 24 de diciembre con una y el 25 de diciembre con otra, así como el 31 de diciembre con una y el 1 de enero con la otra. Cada año pueden ir alternando las fechas.
* Que cada miembro de la pareja celebre con su familia. Esta no es muy recomendable porque se pierde la oportunidad de estar con la familia nuclear, él y ella, aunque no haya hijos.
* Que la pareja organice la cena, tanto en Navidad como en Año Nuevo, e invite a sus respectivas familias.
* Que la pareja pase el 24 con una familia, y el 25 con la otra. El 31 y el primero pueden convivir con sus amigos.
Más ‘tips’
De acuerdo con la psicóloga Evelyn Prado y el educador Jesús Amaya la negociación se ha convertido en una habilidad fundamental para crear una unión estable, duradera y feliz. Algunas sugerencias son:
*Adoptar la actitud de “ganar-ganar”, ya que sólo así ambas partes aceptarán ceder un poco para logar la armonía.
*Estar dispuestos a obtener un poco menos para lograr llegar a un acuerdo mutuo.
*No chantajear afectivamente “haciéndose la víctima”, para lograr no sacrificarse demasiado y que el otro ceda más.
“Son fechas que también causan dolor e incluso separaciones momentáneas, pues hay quienes se dividen: uno va con su familia, y el otro con la suya”, señala Lilian Urco, terapeuta.
Una pareja no tiene que subirse al ring ni enfrentar una pelea. El problema es cuando uno trata de imponer pasar ambas fiestas con sus familiares. María Enriqueta Gómez, terapeuta, señala que lo ideal es lograr un acuerdo, pero llegar a él no es nada fácil.
La experta recomienda fijar una hora y lugar para negociar. Después, establecer un tiempo para discutir el tema. “Ponerse a discutir dos o tres horas sobre lo mismo es improductivo y desgastante”, señala. Advierte que tratar de convencer al otro de que su punto de vista es equivocado y el suyo es el razonable es lo peor que se puede hacer.
“Se trata de una negociación, no de ver quién gana y quién pierde, sino de que ambas partes pierdan poquito”, subraya.
Múltiples opciones
La terapeuta Lilian Urco indica que las parejas tienen varias opciones, pero cada una debe buscar la que más le convenga:
* Convivir un rato con la familia de él y otro con la de ella, o pasar el 24 de diciembre con una y el 25 de diciembre con otra, así como el 31 de diciembre con una y el 1 de enero con la otra. Cada año pueden ir alternando las fechas.
* Que cada miembro de la pareja celebre con su familia. Esta no es muy recomendable porque se pierde la oportunidad de estar con la familia nuclear, él y ella, aunque no haya hijos.
* Que la pareja organice la cena, tanto en Navidad como en Año Nuevo, e invite a sus respectivas familias.
* Que la pareja pase el 24 con una familia, y el 25 con la otra. El 31 y el primero pueden convivir con sus amigos.
Más ‘tips’
De acuerdo con la psicóloga Evelyn Prado y el educador Jesús Amaya la negociación se ha convertido en una habilidad fundamental para crear una unión estable, duradera y feliz. Algunas sugerencias son:
*Adoptar la actitud de “ganar-ganar”, ya que sólo así ambas partes aceptarán ceder un poco para logar la armonía.
*Estar dispuestos a obtener un poco menos para lograr llegar a un acuerdo mutuo.
*No chantajear afectivamente “haciéndose la víctima”, para lograr no sacrificarse demasiado y que el otro ceda más.