Redacción. Si algo deben haber aprendido los hombres en el juego del amor, es que a una mujer se le conquista, entre otras cosas, “calentándole la oreja”. De poseer un caballero el don de la buena labia, llegará a conquistar su corazón. Estas son las palabras que a toda mujer le gusta escuchar de su pareja.
“¿Qué tienes, amor?”. En vez de llegar a casa y pedir que les sirvan la comida mientras ven televisión, los hombres deberían saber que a ellas les encanta cuando les preguntan por qué ponen cara larga o, de la nada, empiezan a llorar. Las muchachas suponen que ellos ya deberían saber qué les ocurre, pero habría que ser vidente para entenderlas.
“¿Qué sería de mí sin ti?”. Ya sea que la mujer trabaje y sea muy exitosa en lo que hace, o sea una excelente ama de casa y madre de familia, hacerla sentir que todo aquello merece de tu admiración y respeto es una sabia decisión.
“¡Cuéntame tu vida!”. Cuando las damas se explayan, por lo general, solo necesitan un receptor para ser felices. Además, el preguntarles sobre su vida, para ellas es un sinónimo de interés.
“Esta noche soy todo tuyo”. Él debe sacar tiempo de donde no tiene y guardar un espacio en la agenda para compartir con ella y demostrarle con pequeños detalles que el amor sigue floreciendo.
“Tú eres la más linda”. Las mujeres son por naturaleza competitivas y suelen preguntarse si se parecen a Betty la Fea o si se ven más gordas que campeón de sumo.
“¿Qué tienes, amor?”. En vez de llegar a casa y pedir que les sirvan la comida mientras ven televisión, los hombres deberían saber que a ellas les encanta cuando les preguntan por qué ponen cara larga o, de la nada, empiezan a llorar. Las muchachas suponen que ellos ya deberían saber qué les ocurre, pero habría que ser vidente para entenderlas.
“¿Qué sería de mí sin ti?”. Ya sea que la mujer trabaje y sea muy exitosa en lo que hace, o sea una excelente ama de casa y madre de familia, hacerla sentir que todo aquello merece de tu admiración y respeto es una sabia decisión.
“¡Cuéntame tu vida!”. Cuando las damas se explayan, por lo general, solo necesitan un receptor para ser felices. Además, el preguntarles sobre su vida, para ellas es un sinónimo de interés.
“Esta noche soy todo tuyo”. Él debe sacar tiempo de donde no tiene y guardar un espacio en la agenda para compartir con ella y demostrarle con pequeños detalles que el amor sigue floreciendo.
“Tú eres la más linda”. Las mujeres son por naturaleza competitivas y suelen preguntarse si se parecen a Betty la Fea o si se ven más gordas que campeón de sumo.
El tema es que siempre están buscando parámetros para que les digan que están lindas y regias, y el referente más cercano es su grupo de íntimas. Así que, si quieres hacerle un cumplido, aprende del espejo de Blanca Nieves. No solo le digas que es sexi y hermosa: júrale que, de su círculo de amistades, ella es por goleada la mejor.
“Te amo”. Estas son las dos palabras que toda mujer quiere oír. Si el hombre se lo dice con la entonación más seductora que permitan sus cuerdas vocales, la pasión estará a la orden del día.
