La ira, emoción que debe controlarse

Aglomeraciones, tráfico vehicular, estrés, conflictos personales. Razones para volverse agresivos hay muchas y parecen aumentar a diario.

  • 03 mar 2016

Redacción. Aunque la sociedad contemporánea considera políticamente incorrecta la manifestación de la ira, esto no significa que no exista o haya disminuido.

El sicoanalista Alejandro Tamez Morales afirma que junto con la felicidad, la tristeza, el miedo y el deseo, el enojo es una emoción primaria del ser humano.

Pese a que no es imperativo, el origen de la agresividad probablemente se remonta a la niñez, donde se tendría que explorar el ambiente familiar del individuo.

“Existe un trastorno llamado trastorno negativista desafiante en el que los niños se portan agresivos, peleoneros y rebeldes ante cualquier tipo de autoridad.

“Otras situaciones son los trastornos de atención, hiperactividad y de personalidad limítrofe. Se vuelven impulsivos y no toleran la frustración”.

Los pacientes obsesivos, esquizofrénicos, maniaco depresivos son personas que manifiestan mucha ira.

El primer paso que tiene que dar la persona con un problema de agresividad es reflexionar sobre su conducta agresiva y el efecto que tiene sobre los demás.

Después de llegar a la decisión de aprender a controlar sus formas de expresión violentas, es necesario que aprenda formas menos destructivas de expresión de la ira, por lo que será necesaria la ayuda profesional.

“La terapia involucra compromiso, responsabilidad, respeto a sí mismo y hacia los otros y mucha motivación para aceptar que las personas sienten, piensan -y pueden decidir diferente sin estar en contra o ser enemigos”.