Hoy muchas profesionistas que sobrepasan los 30 ya no encajan en ese modelo y eso no significa que se les haya ido el tren. Por eso es urgente desterrar los modelos arcaicos de las relaciones humanas, al menos esa es la hipótesis que Juana Inés Dehesa sostiene en su libro Treintona, soltera y fantástica (Océano).
“Hemos sido injustas, hemos esperado que los hombres hagan todo y no les hemos dicho qué queremos que hagan; hemos esperado que ganen en un juego en el que ni siquiera les hemos dicho que están participando, nada más les avisamos cuando ya perdieron”.
Si la soltería regresa pasados los 30, lo primero que hay que hacer es relajarse, borrar de la mente el personaje tenebroso de “la quedada” y responder una pregunta primordial: ¿qué es lo que yo quiero? Sobre el famoso reloj biológico y la edad límite para tener hijos, considera que esto pone a las mujeres en desventaja solo si ellas lo permiten.
“Hemos sido injustas, hemos esperado que los hombres hagan todo y no les hemos dicho qué queremos que hagan; hemos esperado que ganen en un juego en el que ni siquiera les hemos dicho que están participando, nada más les avisamos cuando ya perdieron”.
Si la soltería regresa pasados los 30, lo primero que hay que hacer es relajarse, borrar de la mente el personaje tenebroso de “la quedada” y responder una pregunta primordial: ¿qué es lo que yo quiero? Sobre el famoso reloj biológico y la edad límite para tener hijos, considera que esto pone a las mujeres en desventaja solo si ellas lo permiten.