Redacción. La autoexploración desde la adolescencia y la revisión clínica anual a partir de los 20 años, realizarse la mamografía, llevar una dieta saludable y el ejercicio diario son las medidas de prevención que se consideran básicas para atacar el cáncer de mama y que cada año se refuerzan en esta época.
Pero aun cuando se cumplan estas recomendaciones, tal vez no se logre al 100% la prevención de este mal; pero sí ayuda a la detección temprana, que ya es una garantía de curación. Sonia Flores, cirujana oncóloga con especialidad en glándula mamaria.
“La prevención o detección temprana es lo único que va a poder abatir los índices tan altos de mortalidad”. La mamografía a los 30 o 35 años es necesaria cuando hay antecedentes de cáncer de mama en la familia, o si se encontró en una biopsia hiperplasia ductual atípica o carcinoma lobulillar in situ o cicatriz radial, lo que las coloca como pacientes con mayor riesgo de desarrollar cáncer de mama.
Las siguientes 12 señales de alerta no deben ser ignoradas, si presentas alguna de ellas consulta al médico.
| Asimetría: cuando un seno es más grande que el otro.
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| Hundimiento: en uno o en los dos pezones.
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| Protuberancias: cuando palpes bultos en el seno.
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| Vena creciente: cuando se note a simple vista.
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| Hendidura: cuando percibas hundimiento.
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| Erosiones en la piel de uno o ambos senos.
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| Huecos en ambos o solo uno de los pechos.
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| Fluido desconocido, en especial si es sangre.
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| Piel de naranja similar a la celulitis.
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| Endurecimiento de las mamas.
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| Enrojecimiento o ardor de una o las dos mamas.
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| Palpar un bulto interno de tamaño grande.
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