El melasma es un trastorno cutáneo común que se caracteriza por la aparición de manchas marrones o grises en la piel, especialmente en áreas expuestas al sol, como la cara, el cuello y los antebrazos.
Aunque no es perjudicial para la salud, el melasma puede afectar la autoestima y la confianza de quienes lo padecen.Algunas de las causas de este padecimiento de la piel son la exposición al sol, recordemos que la luz solar estimula la producción de melanina, el pigmento responsable del color de la piel, y puede agravar las manchas existentes.
También interfieren los cambios hormonales, una de las causas más significativas del melasma. Se observa con mayor frecuencia en mujeres durante el embarazo (melasma gestacional) debido a las fluctuaciones hormonales.
También es común en mujeres que toman anticonceptivos orales o terapia hormonal de reemplazo, o que padecen síndrome de ovario poliquístico (SOP).A estos factores se suma el genético, si alguien de su familia lo tiene, es posible que usted tenga un mayor riesgo de desarrollarlo.
Los productos para el cuidado de la piel y cosméticos, si son irritantes o contienen ingredientes desencadenantes puede aumentar el riesgo de melasma o empeorar las manchas existentes.
Una mayor exposición al calor y la luz visible (luz azul) proveniente de dispositivos electrónicos también puede desencadenar o agravar el melasma en algunas personas. Y luego tenemos los factores emocionales y estrés, aunque menos común, el estrés emocional y las alteraciones emocionales pueden contribuir al melasma o empeorar los síntomas.
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Una guía básica de cuidados
Indicaciones. La exposición al sol es uno de los principales factores desencadenantes del melasma. Por lo tanto, es fundamental utilizar protector solar de amplio espectro (con protección UVA y UVB) con un alto factor de protección solar (FPS) todos los días, incluso en días nublados.
Blanqueadores tópicos. Los dermatólogos pueden recetar cremas o lociones que contienen ingredientes como la hidroquinona, ácido kójico, ácido ascórbico, ácido azelaico o retinoides para ayudar a aclarar las manchas. Estos tratamientos generalmente deben usarse bajo la supervisión de un profesional y pueden llevar varias semanas o meses para mostrar resultados.
Procedimientos médicos. Para casos más persistentes de melasma, los procedimientos médicos como el láser, la microdermoabrasión o los peelings químicos pueden ser opciones efectivas. Estos procedimientos deben ser realizados por dermatólogos o profesionales médicos capacitados.
Estilo de vida saludable. Mantener un estilo de vida saludable, que incluye una dieta equilibrada y la gestión del estrés, también puede contribuir a la salud de la piel.
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