Ha ido de generación en generación y siempre está perfecto para cualquier ocasión. El estampado pata de gallo es un clásico eterno que revive antes de que culmine el 2015.
Confiere un look sofisticado y muy europeo que en realidad viste con mucha distinción. Tiene esa magia que a las mujeres les fascina para verse perfectas: el binomio blanco y negro en gráficos.
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El tan famoso dibujo repetitivo de cuadros cortados totalmente abstractos que puede variar en tamaño está en boga.
“Originalmente es un estampado blanco y negro pero ahora el mercado ofrece una infinidad de opciones que se han adaptado a otros colores. Es exquisito. A simple vista hace que cualquier mujer impacte porque es extremadamente fino y chic”, explica la diseñadora Giselle Matamala.
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Repasando un poco las pasarelas de 2009, el inmortal Alexander McQueen lo adaptó en su pasarela dramática. Otros diseñadores como Carolina Herrera, Marc Jacobs, Rebeca Minkoff, Thom Browne y hasta Zara han pintado de vida este estampado poniéndole color a las figuras que lo han hecho un clásico eterno para ellas.
Revolución total. El pata de gallo también ha conquistado el diseño de accesorios con una propuesta más definida para aquellas que solo buscan el toque en sus atuendos.
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“Es uno de los aportes de la moda más fabulosos. En realidad no hay ninguna mujer que se pueda resistir a lucir elegante con una prenda creada con este estampado, cuyo nombre en inglés es Houndstooth”, explica la modista Lita Márquez.
En estos momentos de clima frío se verá mucho en abrigos. También en trajes de saco de las mujeres ejecutivas. “El estampado puede ser desde minúsculas figuras hasta enormes. En realidad se ve hermoso en todas sus propuestas” detalla.
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