Un hombre que desea tener el mundo a sus pies debe esmerarse primero en su higiene personal cuidando cada parte del cuerpo, dado que las personas se harán un juicio en base a lo ven en su exterior.
Tener la piel sana, simplemente, se nota. En ciertos casos tal vez sea sutil, pero una mayor firmeza en la piel de todo el cuerpo, o una barba bien recortada son algunos de los cuidados que hacen la diferencia.
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Por eso, tomarse el tiempo para consentir al órgano que le da color podría ser el secreto mejor guardado para aumentar su poder de atracción.
Puede empezar por entender que las características de su piel son distintas a las de la mujer. Mientras ellas adoran las cremas muy humectantes y hasta grasosas, usted prefiere algo más fresco y menos pegajoso porque su piel ya es más grasosa por naturaleza, así lo explican los expertos.
Los especialistas afirman que la piel de los hombres no se parece a la de las mujeres debido a que es más gruesa, grasosa y su ph es más ácido, por lo que tienen más posibilidades de generar acné, además de sufrir de deshidratación e irritación por la agresión diaria del afeitado.
También, mientras que ellas son felices aplicando la mayor cantidad posible de productos diferentes, usted dedica menos tiempo al ritual epidérmico y querría que un producto o dos tuvieran todo lo que necesita.
Pensando en estas diferencias, cada vez existen más productos con aromas, texturas y efectos pensados en el hombre liberado de prejuicios que no teme consentir su piel para sentirse mejor y aumentar su sex appeal.
Para el rostro cansado
Mascarillas
Limpie su cutis con jabón neutro, no use jabón de tocador porque puede dañar su piel, extienda la mascarilla relajante de su preferencia sobre todo el rostro y retírela con agua después de 15 minutos.
Si prefiere que lo hagan profesionales, existen spas con tratamientos especialmente pensados para usted, que proponen una terapia con exfoliantes, fango blanco y mascarilla de avena para dejar la piel recuperada, limpia, libre de grasa y sin brillo.
Recuerde que el cansancio, el estrés, la contaminación, la dieta desequilibrada, los problemas de salud, no hacer ejercicio físico, fumar y consumir alcohol hacen que la piel luzca más apagada y avejentada.