Los síndromes de la tecnología

El celular y el Google se han convertido en herramientas adictivas en adolescentes y hasta adultos.

  • 15 dic 2016

Redacción.

Afecciones como la nomofobia, la cibercondría o el denominado síndrome Google, son algunos de los problemas surgidos a partir de la dependencia de la tecnología. Pero ni el “Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales” de la American Psychiatric Association (APA), ni la Organización Mundial de la Salud, las reconocen como patologías al mismo nivel que adicciones con sustancia como la ludopatía, pero es un hecho que estos trastornos son cada vez más frecuentes.

Entre los trastornos derivados de las nuevas tecnologías destaca la nomofobia, el miedo a estar incomunicado sin celular, y que se caracteriza por la ansiedad que provoca no encontrar el dispositivo, que este no tenga cobertura o que se quede sin batería.

Internet se convierte en un riesgo cuando se pretende, de forma obsesiva, que sea la solución a todos los problemas y la respuesta a todas las preguntas, y deriva en casos de “cibercondría”, que consiste en recurrir a la red para el autodiagnóstico de enfermedades y para encontrar los posibles tratamientos, sin acudir al especialista.

La labor clave es con los propios padres, a los que se les dan unas pautas para intentar reducir el problema, por ejemplo, que establezcan unos límites al uso de internet y del celular, o que promuevan otra serie de actividades gratificantes que sustituyan la necesidad de usar el celular en sus hijos. Los adultos somos modelos a ser imitados, alertando del riesgo de usar el móvil en exceso y caer en la dependencia, una situación que, insiste, “se da sobre todo en adolescentes. El primer paso es que la persona identifique que está teniendo un problema, qué consecuencias negativas le está generando esto, si se está distanciando de algún núcleo social, si influye en su rendimiento de trabajo o académico o si está perdiendo horas de sueño.'