REDACCIÓN. ¿Alguna vez se ha preguntado para qué sirven los minerales? Científicamente, la respuesta es que son elementos importantes para mantener el cuerpo humano en buen estado.
Sus funciones son muy amplias, desde mantener los huesos, corazón y cerebro funcionando correctamente, hasta para la producción de enzimas y hormonas.
CLASIFICACIÓN
Según estudios nutricionales, existen dos tipos de minerales, los macrominerales y los oligoelementos. Usted necesita mayores cantidades de macrominerales, que incluyen calcio, fósforo, magnesio, sodio, potasio, cloro y azufre.
Por otro lado, se necesita menores cantidades de oligoelementos, es decir, hierro, manganeso, cobre, yodo, zinc, cobalto, flúor y selenio. A excepción del cromo, todos los demás oligoelementos se incorporan a las enzimas o a las hormonas necesarias en los procesos del organismo.
La doctora Karla Sánchez, experta en nutrición, explica que la mayoría de las personas obtienen los minerales que necesitan al comer variedad de alimentos, pero también a través de un suplemento mineral recetado por un médico.
“Las personas con problemas de salud o que están tomando determinadas medicinas pueden necesitar consumir menos cantidad de un mineral, por ejemplo, pacientes con enfermedad renal crónica tienen que limitar su consumo de potasio”, aconseja.
El excesivo o carente consumo de un mineral aumenta el riesgo de causar un trastorno alimenticio. Por lo tanto, si se tiene una alimentación equilibrada y variada, es poco probable que aparezca algún trastorno nutricional o escasez de los principales minerales, a excepción de las carencias de yodo, hierro o zinc.
Sin embargo, si la dieta es demasiado restrictiva, puede que no se ingiera suficiente cantidad de algún mineral. Por ejemplo, las personas vegetarianas tienen mayores posibilidades de presentar déficit de hierro.
CALCIO
El organismo necesita calcio para desarrollar huesos y dientes fuertes en la infancia y la adolescencia, y los adultos necesitan calcio para mantener la masa ósea. Los siguientes alimentos son buenas fuentes de calcio: yogurt descremado o bajo en grasa, queso sin grasa o bajo en grasa; pescados y mariscos; frijoles, avena, espinacas, entre otros.
POTASIO
“Una dieta rica en potasio ayuda a su cuerpo a mantener la presión arterial adecuada”, afirma la experta. Los siguientes alimentos son buenas fuentes de potasio: Papas, frijoles, yogur bajo en grasa, leche descremada, plátanos, durazno, melón, pescado, tomate y productos derivados.
MAGNESIO
El magnesio es un nutriente que ayuda al cuerpo a producir energía y a que los músculos, arterias y corazón funcionen correctamente. Este mineral se encuentra en los vegetales, espinacas, alcachofas, cereales, frijoles rojos, frijoles negros, frijoles blancos, arroz integral, nueces, almendras y cacahuates.
FÓSFORO
Al igual que el calcio, el fósforo ayuda a la formación de huesos y dientes. También es necesario para que el cuerpo produzca proteína para el crecimiento, conservación y reparación de células y tejidos. Asimismo, el fósforo ayuda al cuerpo a producir ATP, una molécula que el cuerpo utiliza para almacenar energía. Lo obtiene de la carne, leche, panes y cereales integrales.
SODIO
Es bueno para cuidar la presión arterial. También se necesita para que los nervios, los músculos y otros tejidos trabajen bien. Los riñones controlan la cantidad de sodio presente en el cuerpo; si tiene demasiado, se acumula en la sangre y eso puede causar presión arterial alta. El sodio se encuentra en la sal, el pan, pastelería y galletas, queso y salsas industriales.
AZUFRE
El azufre es un mineral necesario para la producción del colágeno, una proteína que forma parte de la piel, los huesos, los tendones y los ligamentos. Además las vitaminas B1, B5 y B8 contienen pequeñas cantidades de este mineral. Se obtiene de las frambuesas, frutas secas, cebolla, ajo, brócoli, huevo, pescado y lácteos.
OLIGOELEMENTOS
HIERRO: Ayuda a la hemoglobina, así como a las enzimas en la producción de energía, colágeno, elastina y neurotransmisores. Se encuentra en vísceras, carne y pescado.
YODO: Bueno en la producción de energía (como componente de las hormonas tiroideas). El yodo se obtiene de alimentos como el pescado, mariscos y sal yodada.
COBRE: También aporta a la correcta hemoglobina, producción de colágeno, neurotransmisores, y formación de melanina. Está en las legumbres, nueces, papas y vísceras.
ZINC: Provee inmunidad y curación, protege contra virus y bacterias. Se encuentra en carnes rojas, carnes de ave, ostras y otros mariscos, y el cereal fortificado.