El infectólogo Alejandro Macías consideró que son pocos los riesgos de contagio en esta interacción.
'Si la persona que lo entrega tuviera el virus y (quien compra) se tarda demasiado en la recepción, o se tiene plática con él, sería el punto de mayor riesgo. Es un riesgo bajo porque suele ser en exteriores o en un área abierta del edificio', dijo el ex comisionado nacional para la Prevención y Control de la Influenza en México.
Mientras que la probabilidad de contraer el virus a través del contacto con los alimentos o los contenedores de unicel o cartón es 'muy bajo', incluso cercano a cero.
'Propiamente del alimento no hay ningún riesgo, porque no se ha demostrado transmisión del virus. Si así fuera se detectarían brotes relacionados con personas que comen el alimento', explicó Macías.
Algunas sugerencias para minimizar el riesgo son reducir el tiempo de contacto con el repartidor y, en la medida de lo posible, pagar previamente vía internet para evitar intercambio de dinero; una vez recibidos los alimentos, lavarse las manos y después de sacar la comida de los contenedores, volver a hacerlo.