REDACCIÓN. Las familias perfectas solo existen en los cuentos y las películas; como seres humanos, todos cometemos errores y sentimos enojo o disgusto con las personas que amamos. Sin embargo, es necesario tener conversaciones incómodas para poder abrir confianza con los hijos, padres o demás seres que habiten bajo el mismo techo.
La psicóloga Daniela Orellana insiste en la importancia de tener un momento privado para hablar de las cosas con tranquilidad. “Tener aunque sea 10 minutos por día, sin distracciones, sin celulares, marcará gran diferencia. Y esto no debe ser solo cuando ocurre algo malo, sino todos los días, con el simple hecho de preguntarle a su hijo cómo le fue en la escuela, si le gustó el almuerzo o qué hizo en el recreo, usted está fomentando la confianza”, dice la experta.
Calma. Es normal que en las familias haya desacuerdos, por lo tanto, la psicóloga reitera la necesidad de hablar con calma para evitar los malos entendidos. “Antes de juzgar o acusar a alguien por algo que a usted no le parece, respire profundo varias veces, espere 5 minutos antes de comenzar a hablar e intente describir lo que siente sin ofender”, sugiere. En caso de que la molestia sea con su pareja, comparta sus sentimientos de la misma forma, permítale hablar y eviten estar enojados a la hora de dormir, ya que esta puede ser una energía negativa que alteraría el orden en el hogar.
Buen ejemplo. Debe tener presente que los niños aprenden a través de los ejemplos. Así que debe utilizar las palabras y los tonos de voz que desea que ellos tengan. Además, debe vigilar que su tono de voz y sus gestos envíen el mismo mensaje. Por ejemplo, si se ríe cuando dice “No, no hagas eso”, el mensaje será confuso. Sea claro en sus indicaciones y, por favor, no grite.
Evite. Insultar o echar culpas, esto solo generará frustración en la otra persona y en algún momento puede reaccionar violentamente o huir de casa.
Tampoco se debe amenazar, mentir o decir verdades a medias a sus familiares. Otro punto importante es no utilizar el silencio para manifestar enojo, las cosas se aclaran hablando para así mejorar la convivencia.
Es importante apoyar a los hijos en actividades extracurriculares que potencien sus talentos y habilidades
Uno de los aspectos más importantes para fomentar la comunicación en la familia es preguntar cómo les ha ido en el día, cuáles son sus preocupaciones, cómo se sienten. En caso de tener adolescentes debe interesarse, sin hostigar, en su vida amorosa, si le gusta alguien o qué desea estudiar en la universidad. Al hacerlo puedes lograr establecer una conversación directa y personal, preferiblemente, viendo a los ojos y poniendo atención.
Aprenda a escuchar y a expresarse
“Estos tres valores tienen que ver con estar en sintonía con los sentimientos de su hijo, su pareja o sus padres y hacerles saber que comprende la situación. No les imponga qué es lo que deberían pensar o sentir”, dice la psicóloga. Permítales expresar sus propios sentimientos, ya que estos son reales y deben ser validados. También resulta útil elogiar cada vez que pueda, así como brindar una crítica constructiva de algo que deban mejorar.
Sea amable, respetuoso y empático
Sabemos perfectamente que la vida actual exige que cada uno se enfoque en diferentes actividades como el estudio o el trabajo, y esto implica diferentes horarios. Pero es necesario que al menos uno de los tiempos para comer sea en familia. Pueden preparar la cena juntos o pedir comida a domicilio y compartir en el comedor, ya que entre los beneficios de comer juntos con regularidad destaca una comunicación más abierta y clara.
Coman juntos al menos una vez al día
Pasar tiempo de ocio en familia, disfrutar de alguna actividad simple, como jugar juegos de mesa, ver una película o ir al supermercado, evite el aislamiento de los miembros y ayude a establecer conversaciones referentes a la actividad realizada. Cuando dispongan de suficientes recursos económicos pueden salir a pasear, ya sea a la playa, a un pueblo turístico, ir de compras o simplemente a comer a un restaurante nuevo.
Disfruten tiempo libre y nuevas actividades
Pasar tiempo de ocio en familia, disfrutar de alguna actividad simple, como juegos de mesa, ver una película o ir al supermercado, evite el aislamiento de los miembros y ayude a establecer conversaciones referentes a la actividad realizada. Cuando dispongan de suficientes recursos económicos pueden salir a pasear, ya sea a la playa, a un pueblo turístico, ir de compras o simplemente a comer a un restaurante nuevo.
