Familia y Hogar
Redacción.- Los niños no tienen conciencia de los esfuerzos que hacen sus padres para darles todo lo que necesitan, y tampoco se les puede pedir la misma responsabilidad que a un adulto.
Sin embargo, nunca es pronto para enseñarles el valor de las cosas, de dónde vienen, cuánto cuestan.
Estos consejos te ayudarán a enseñar a tus hijos a ahorrar de forma divertida y, sobre todo, muy productiva:
1. Las cuentas claras
Aunque son pequeños y no tienen la misma capacidad que los adultos para asumir los problemas, los niños no deben vivir ajenos a la situación económica de la familia.
No le mientas ni exageres acerca de tus posibilidades, por muy duras que sean; eso no te ayudará en absoluto.
Por el contrario, si le explicas cuáles son tus capacidades económicas conocerá mejor sus limitaciones y seguramente te sorprenda con una reacción más madura de lo que imaginas.
2. La economía familiar, entre todos
Seguro que cuando llega la factura de la luz, el agua, el gas y otros gastos fijos mensuales, te entran ganas de gritar.
No parece muy lógico que, mientras te vuelves loca para cuadrar las cuentas familiares, tus hijos vayan encendiendo luces y abriendo el agua caliente por toda la casa y sin control.
Para evitarlo, puedes llevar las cuentas entre todos. Tan sólo necesitas una libreta, una calculadora y un pequeño ayudante de contable que te eche una mano con las anotaciones, las sumas y las restas.
Así te asegurarás de que los niños aprenden cómo ahorrar en casa y de que son conscientes del ahorro energético que suponen pequeños y sencillos gestos.
3. Hacemos la compra juntos
Ya sabes que no hay mejor método para dar una buena educación a tus hijos que dar buen ejemplo. Para que te resulte más fácil, y a pesar de lo engorroso que pueda ser, prueba a hacer juntos la compra semanal.
Empezar por la lista de la compra, calcula más o menos cuánto vas a necesitar y fíjalo como límite. Cuando estes en la tienda, enséñale tus mejores trucos para ahorrar: comprobar bien las ofertas, guiarse por los precios por unidad o kilo, prescindir de los caprichos y sustituirlos por productos más económicos y razonables, buscar los precios más baratos, ceñirse a la lista de la compra…
4. Remunera sus tareas extra
Lavar o aspirar tu carro, hacer limpieza en el garaje, ayudar en la huerta o el jardín, son tareas poco habituales y bastante trabajosas que pueden servirles para valorar mejor el dinero y el esfuerzo que cuesta conseguirlo.
5. La paga semanal
No hay mejor modo para enseñar a los niños a administrar sus ahorros que recuperar la vieja costumbre de la paga semanal: es ideal para planificar mejor sus gastos, y les dará una concepción nueva del valor del dinero.
No te enfades si se lo gastan todo el primer día y explícales las ventajas de ahorrar una parte, planificar el ahorro diario, disfrutar de las cosas poco a poco.
6. Su cuenta de ahorro
Las cuentas de ahorro infantil tienen incentivos extra para que los niños aprendan a ahorrar desde muy pequeños, y puede convertirse en una buena costumbre que seguramente les ayudará en el futuro.
Además, es un modo estupendo de evitar que gaste su paga semanal o el dinero de sus regalos.
Sin embargo, nunca es pronto para enseñarles el valor de las cosas, de dónde vienen, cuánto cuestan.
Estos consejos te ayudarán a enseñar a tus hijos a ahorrar de forma divertida y, sobre todo, muy productiva:
1. Las cuentas claras
Aunque son pequeños y no tienen la misma capacidad que los adultos para asumir los problemas, los niños no deben vivir ajenos a la situación económica de la familia.
No le mientas ni exageres acerca de tus posibilidades, por muy duras que sean; eso no te ayudará en absoluto.
Por el contrario, si le explicas cuáles son tus capacidades económicas conocerá mejor sus limitaciones y seguramente te sorprenda con una reacción más madura de lo que imaginas.
2. La economía familiar, entre todos
Seguro que cuando llega la factura de la luz, el agua, el gas y otros gastos fijos mensuales, te entran ganas de gritar.
No parece muy lógico que, mientras te vuelves loca para cuadrar las cuentas familiares, tus hijos vayan encendiendo luces y abriendo el agua caliente por toda la casa y sin control.
Para evitarlo, puedes llevar las cuentas entre todos. Tan sólo necesitas una libreta, una calculadora y un pequeño ayudante de contable que te eche una mano con las anotaciones, las sumas y las restas.
Así te asegurarás de que los niños aprenden cómo ahorrar en casa y de que son conscientes del ahorro energético que suponen pequeños y sencillos gestos.
3. Hacemos la compra juntos
Ya sabes que no hay mejor método para dar una buena educación a tus hijos que dar buen ejemplo. Para que te resulte más fácil, y a pesar de lo engorroso que pueda ser, prueba a hacer juntos la compra semanal.
Empezar por la lista de la compra, calcula más o menos cuánto vas a necesitar y fíjalo como límite. Cuando estes en la tienda, enséñale tus mejores trucos para ahorrar: comprobar bien las ofertas, guiarse por los precios por unidad o kilo, prescindir de los caprichos y sustituirlos por productos más económicos y razonables, buscar los precios más baratos, ceñirse a la lista de la compra…
4. Remunera sus tareas extra
Lavar o aspirar tu carro, hacer limpieza en el garaje, ayudar en la huerta o el jardín, son tareas poco habituales y bastante trabajosas que pueden servirles para valorar mejor el dinero y el esfuerzo que cuesta conseguirlo.
5. La paga semanal
No hay mejor modo para enseñar a los niños a administrar sus ahorros que recuperar la vieja costumbre de la paga semanal: es ideal para planificar mejor sus gastos, y les dará una concepción nueva del valor del dinero.
No te enfades si se lo gastan todo el primer día y explícales las ventajas de ahorrar una parte, planificar el ahorro diario, disfrutar de las cosas poco a poco.
6. Su cuenta de ahorro
Las cuentas de ahorro infantil tienen incentivos extra para que los niños aprendan a ahorrar desde muy pequeños, y puede convertirse en una buena costumbre que seguramente les ayudará en el futuro.
Además, es un modo estupendo de evitar que gaste su paga semanal o el dinero de sus regalos.
