Tan antiguas como el vino son las copas. En Egipto destacaban las de cerámica, barro, bronce, cristal, latón y hasta plata. Las de cristal comenzaron a cobrar auge desde el Renacimiento, pero no es sino hasta los 70 que se determina que su forma, tamaño, grosor y color son determinantes en la percepción de la bebida.
Las marcas especializadas ofrecen hasta 16 tipos de copas; sin embargo, no cualquiera está dispuesto a invertir en un juego pensado para cada estilo o uva.”La copa para Cabernet sirve muy bien como copa universal, porque su forma permite apreciar cualquier tipo de vino.
“En lo primero que tienes que fijarte es en el material. Lo mejor es el cristal y entre más ligero mayor será su calidad”, describe Pablo Mata, sommelier.
Por su costo, en los trinchadores de casa, las de cristal no suelen ser tan comunes como las de vidrio, pero es importante saber que el cristal, al ser más delgado y poroso, conserva mejor la temperatura y permite apreciar mejor los aromas del vino. Olvida las copas de color o decorativas, opacarán el vino y tu apreciación de sus tonalidades.
Y claro que el tamaño importa. Si se considera que una copa debe contener entre 14 y 20 onzas de líquido, una pequeña habrá de sobrellenarse y una muy grande será difícil de manipular y lavar.
La geometría también tiene su razón de ser: según el recipiente, la distribución de los etanoles presentes en el vino puede variar y, por lo tanto, su percepción en el paladar.
Cada elemento tiene su funcionalidad: un borde suave permitirá al vino fluir con naturalidad hacia la boca; el ecuador marca el punto máximo de llenado para permitir la evaporación de compuestos y percibir el carácter del vino, y el tallo permite sostener la copa sin calentar su contenido con las manos y facilita los movimientos circulares que propician la oxigenación. Si se apuesta por invertir en una copa “universal”, debe ser amplia y con el globo de buen tamaño para oxigenar el vino, agrega Mata.
“Mi consejo es que dispongan un presupuesto y, al llegar a la tienda, pregunten por copas de cristal”, aconseja Mata.
Larga vida
Si ya te gastaste un buen dinero, dales el cuidado que merecen:
-Lávalas a mano y con agua caliente.
-No utilices fibra ni jabón, así evitarás rayones y aromas ajenos a los del vino.
-Sécalas con un paño para librarlas de cualquier mancha de agua permanente.
La copa perfecta
* Para dar rienda suelta a la pasión por el vino, vale la pena invertir tiempo y dinero en la elección del cáliz.
* Un borde suave permite al vino fluir con naturalidad hacia la boca.
* El ecuador marca el punto máximo de llenado.
* El globo debe de ser de buen tamaño para oxigenar el vino.
* Olvida el vidrio y opta por cristal, conserva mejor la temperatura.
Las marcas especializadas ofrecen hasta 16 tipos de copas; sin embargo, no cualquiera está dispuesto a invertir en un juego pensado para cada estilo o uva.”La copa para Cabernet sirve muy bien como copa universal, porque su forma permite apreciar cualquier tipo de vino.
“En lo primero que tienes que fijarte es en el material. Lo mejor es el cristal y entre más ligero mayor será su calidad”, describe Pablo Mata, sommelier.
Por su costo, en los trinchadores de casa, las de cristal no suelen ser tan comunes como las de vidrio, pero es importante saber que el cristal, al ser más delgado y poroso, conserva mejor la temperatura y permite apreciar mejor los aromas del vino. Olvida las copas de color o decorativas, opacarán el vino y tu apreciación de sus tonalidades.
Y claro que el tamaño importa. Si se considera que una copa debe contener entre 14 y 20 onzas de líquido, una pequeña habrá de sobrellenarse y una muy grande será difícil de manipular y lavar.
La geometría también tiene su razón de ser: según el recipiente, la distribución de los etanoles presentes en el vino puede variar y, por lo tanto, su percepción en el paladar.
Cada elemento tiene su funcionalidad: un borde suave permitirá al vino fluir con naturalidad hacia la boca; el ecuador marca el punto máximo de llenado para permitir la evaporación de compuestos y percibir el carácter del vino, y el tallo permite sostener la copa sin calentar su contenido con las manos y facilita los movimientos circulares que propician la oxigenación. Si se apuesta por invertir en una copa “universal”, debe ser amplia y con el globo de buen tamaño para oxigenar el vino, agrega Mata.
“Mi consejo es que dispongan un presupuesto y, al llegar a la tienda, pregunten por copas de cristal”, aconseja Mata.
Si se apuesta por invertir en una copa “universal”, debe ser amplia y con el globo de buen tamaño para oxigenar el vino
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Si ya te gastaste un buen dinero, dales el cuidado que merecen:
-Lávalas a mano y con agua caliente.
-No utilices fibra ni jabón, así evitarás rayones y aromas ajenos a los del vino.
-Sécalas con un paño para librarlas de cualquier mancha de agua permanente.
La copa perfecta
* Para dar rienda suelta a la pasión por el vino, vale la pena invertir tiempo y dinero en la elección del cáliz.
* Un borde suave permite al vino fluir con naturalidad hacia la boca.
* El ecuador marca el punto máximo de llenado.
* El globo debe de ser de buen tamaño para oxigenar el vino.
* Olvida el vidrio y opta por cristal, conserva mejor la temperatura.