Familia y Hogar
EUA.
Cuando los adolescentes tienen sobrepeso, los padres y los médicos deben fomentar un estilo de vida saludable en lugar de preocuparse sobre la cifra en la báscula, aconseja la Academia Americana de Pediatría (American Academy of Pediatrics, AAP).
La AAP plantea que los adultos deben evitar hablar sobre el peso y en lugar de ello ayudar a los niños a tener una relación saludable con la comida y con sus cuerpos.
“Debemos concentrarnos en la salud y en las conductas saludables, en lugar de la cifra en la báscula”, comentó el Dr. Neville Golden, autor líder de las nuevas recomendaciones.
Golden es profesor de pediatría en la Facultad de Medicina de la Universidad de Stanford, en California.
La mayoría de adolescentes que son diagnosticados con trastornos de la alimentación como la anorexia y la bulimia no tienen sobrepeso al principio, según Golden.
Peligro
Pero dijo que algunos adolescentes con sobrepeso tienden a desarrollar trastornos de la alimentación cuando intentan perder peso.
En un esfuerzo por perder peso, algunos niños recurren a tácticas arriesgadas como los ayunos, el uso de pastillas de dieta y laxantes, o el ejercicio en exceso, advirtió.
Para ayudar a evitar esos problemas, los padres y los médicos deben alejar a los adolescentes de la idea de las “dietas”, enfatizó la AAP.
Un motivo es que hacer dieta no funciona, apuntó Golden. Los estudios han mostrado que los adolescentes que hacen dietas son más propensos que sus pares a acabar teniendo sobrepeso.
Además, se puede exagerar con las dietas, cuando los niños limitan severamente las calorías o utilizan otras tácticas malsanas para perder peso.
Y parte de la preocupación, dijo, es que los adolescentes con sobrepeso que desarrollan trastornos de la alimentación se pueden pasar por alto con facilidad, porque no son excesivamente delgados.
Pero los niños que pierden peso con rapidez pueden desarrollar complicaciones que con frecuencia se ven en la anorexia, como una frecuencia cardiaca inestable y una presión arterial baja.
Hacer que los niños se pongan ’a dieta’ no ayuda. Lo que sí ayuda es asegurar que la cocina esté llena de alimentos saludables, comer en familia siempre que sea posible, y animar a los niños a tener una imagen corporal positiva.
Apóyelos. Quizá parezca “obvio” que los familiares no deben bromear con el peso de los niños, ni criticarlo. Pero lamentablemente, mucha gente no se da cuenta de eso. “Lo que usted dice sobre usted mismo y sobre otras personas también es importante”, afirmó Golden.
En lugar de comentar sobre el peso de los niños, según la AAP los padres y los médicos deben hablar sobre la importancia de una dieta equilibrada y del ejercicio regular.
Pero esto debe ir más allá de una conversación. Los padres deben “liderar con el ejemplo” y vigilar sus propios hábitos de estilo de vida.
Por otra parte, estudios han encontrado que los niños que se sientan a comer con sus familias tienden a consumir más alimentos saludables, y son menos propensos a hacer dietas o a tomar medidas “extremas” para perder peso.
En realidad no sabemos por qué las comidas en familia son beneficiosas”, dijo Golden.
“Quizá se deba a que los progenitores ’modelan’ una alimentación saludable. O quizá porque los padres e hijos tienen la oportunidad de comunicarse, que también es importante”, concluyó.