The New York Times
amiga@laprensa.hn
Un 17% de los niños y adolescentes estadounidenses son obesos, una cantidad casi igual tiene sobrepeso y los que sufren burlas por su peso tienden a aumentar incluso más de peso en respuesta, según un estudio de los Institutos Nacionales de la Salud de EE. UU.
Y lo que es aún peor, el exceso de peso pone a los jóvenes en riesgo de problemas de salud para toda la vida, pero tú no tienes que quedarte con los brazos cruzados.
El Grupo de Trabajo de la Sociedad Endocrina (Endocrine Society) ofrece directrices para ayudar a los niños a perder peso a través de cambios en el estilo de vida: no es fácil, pero es factible.
En primer lugar, implica a tu pediatra en el proceso. Él puede determinar la cantidad correcta de calorías para tu hijo y ayudarlo a encontrar las modificaciones más importantes en el estilo de vida que debe realizar en casa.
Buenos hábitos. Los pasos claves respecto a la dieta son reducir los alimentos malsanos y ricos en calorías, las bebidas endulzadas con azúcar, los alimentos con azúcares añadidos y con jarabe de maíz de alta fructosa, los alimentos procesados ricos en grasa y sodio y, en los niños de más de dos años, los alimentos ricos en grasa saturada. Practica (y enseña a tus niños la forma de practicar) el control de las porciones.
Usa paquetes de una sola porción para los refrigerios aceptables, planifica comidas regulares y ayúdales a evitar el “picoteo” constante durante el día, sobre todo después de la escuela y la cena.
Asegúrate de que las calorías que tus hijos ingieran provengan del consumo recomendado de fibra dietética, proteína, frutas y verduras, y no de comida basura.
Anima al ejercicio diario. Los niños deben comenzar con 20 minutos de actividad física entre moderada y vigorosa al día y aumentar de forma gradual hasta una hora al día.
Por la salud de tu hijo
1Unas sesiones cortas de ejercicio son magníficas alternativas cuando un niño quiere comer porque está aburrido o estresado.
2 Permanezca atenta a esas pistas de alimentación que no tienen nada que ver con el hambre e interviene ofreciendo ideas.
3Ayude a sus niños a evitar los pasatiempos sedentarios, como jugar videojuegos y ver televisión.
4Limite el tiempo ante las pantallas a entre una y dos horas al día.
5 Sé paciente y busca objetivos graduales. La cirugía para perder peso (“bariátrica”) y los medicamentos solo son opciones en situaciones extremas una vez un niño ha llegado a cierta edad y cumple otros criterios.
6 La Organización Mundial para la Salud (OMS) recomienda mantener la actividad física: un mínimo de 60 minutos diarios de ejercicio de intensidad moderada o vigorosa que sea adecuado para la fase de desarrollo y conste de actividades diversas.
amiga@laprensa.hn
Un 17% de los niños y adolescentes estadounidenses son obesos, una cantidad casi igual tiene sobrepeso y los que sufren burlas por su peso tienden a aumentar incluso más de peso en respuesta, según un estudio de los Institutos Nacionales de la Salud de EE. UU.
Y lo que es aún peor, el exceso de peso pone a los jóvenes en riesgo de problemas de salud para toda la vida, pero tú no tienes que quedarte con los brazos cruzados.
El Grupo de Trabajo de la Sociedad Endocrina (Endocrine Society) ofrece directrices para ayudar a los niños a perder peso a través de cambios en el estilo de vida: no es fácil, pero es factible.
En primer lugar, implica a tu pediatra en el proceso. Él puede determinar la cantidad correcta de calorías para tu hijo y ayudarlo a encontrar las modificaciones más importantes en el estilo de vida que debe realizar en casa.
Buenos hábitos. Los pasos claves respecto a la dieta son reducir los alimentos malsanos y ricos en calorías, las bebidas endulzadas con azúcar, los alimentos con azúcares añadidos y con jarabe de maíz de alta fructosa, los alimentos procesados ricos en grasa y sodio y, en los niños de más de dos años, los alimentos ricos en grasa saturada. Practica (y enseña a tus niños la forma de practicar) el control de las porciones.
Usa paquetes de una sola porción para los refrigerios aceptables, planifica comidas regulares y ayúdales a evitar el “picoteo” constante durante el día, sobre todo después de la escuela y la cena.
Asegúrate de que las calorías que tus hijos ingieran provengan del consumo recomendado de fibra dietética, proteína, frutas y verduras, y no de comida basura.
Anima al ejercicio diario. Los niños deben comenzar con 20 minutos de actividad física entre moderada y vigorosa al día y aumentar de forma gradual hasta una hora al día.
El exceso de peso pone a los jóvenes en riesgo de problemas de salud para toda la vida |
1Unas sesiones cortas de ejercicio son magníficas alternativas cuando un niño quiere comer porque está aburrido o estresado.
2 Permanezca atenta a esas pistas de alimentación que no tienen nada que ver con el hambre e interviene ofreciendo ideas.
3Ayude a sus niños a evitar los pasatiempos sedentarios, como jugar videojuegos y ver televisión.
4Limite el tiempo ante las pantallas a entre una y dos horas al día.
5 Sé paciente y busca objetivos graduales. La cirugía para perder peso (“bariátrica”) y los medicamentos solo son opciones en situaciones extremas una vez un niño ha llegado a cierta edad y cumple otros criterios.
6 La Organización Mundial para la Salud (OMS) recomienda mantener la actividad física: un mínimo de 60 minutos diarios de ejercicio de intensidad moderada o vigorosa que sea adecuado para la fase de desarrollo y conste de actividades diversas.