Familia y Hogar
Redacción.
Un error que comenten los padres de familia es que no involucran a sus hijos en las tareas del hogar.
Si bien es cierto, los niños necesitan dedicar tiempo a los deberes escolares, pero no es excusa para no ayudar en los quehaceres de la casa.
Está comprobado que los niños que colaboran en su casa son más independientes y seguros de sí mismos.
Beneficios:
1. Aprenden a ser responsables. Los niños que comparten las obligaciones con sus padres tienen un mayor sentido de responsabilidad.
2. Son más independientes. Los pequeños se acostumbran a hacer las cosas por sí mismos, lo cual contribuye en su autonomía.
3. Mejora su autoestima. El hecho de que sus padres crean en su compromiso con las tareas del hogar les da una gran satisfacción y los hace personas seguras.
4. Aprenden a trabajar en equipo. Los deberes del hogar deben compartirse entre todos los miembros de la familia. Es importante hacer un horario que especifique las actividades y los días que le tocan a cada uno. Esto le enseña a los niños el valor de trabajar en equipo.
5. Son más organizados. Al saber que tienen tareas que cumplir en el hogar y en la escuela apreden a organizar mejor el tiempo.
6. Contribuye en la coordinación corporal. Las labores domésticas también le ayudan a mejorar su coordinación corporal y su comprensión lingüística y a descubrir para qué sirven los electrodomésticos y los objetos cotidianos, como la lavadora, algo básico para todas las personas.
Recomendaciones:
Si su hijo nunca le ha ayudado en el hogar es momento de cambiar esa situación. Hable con él y explíquele que los hijos también deben cooperar con las labores domésticas.
En importante que se acerque a él con una actitud agradable pero con carácter. El niño puede iniciar haciendo las tareas que mejor le parezcan y poco a poco ayudará en otras. Recuerde que hay ciertas actividades para cada edad.
Otro factor elemental es que los progenitores deben ser el ejemplo. Si su pequeño mira que sus padres son personas limpias y ordenadas el querrá ser igual a ellos.
Un error que comenten los padres de familia es que no involucran a sus hijos en las tareas del hogar.
Si bien es cierto, los niños necesitan dedicar tiempo a los deberes escolares, pero no es excusa para no ayudar en los quehaceres de la casa.
Está comprobado que los niños que colaboran en su casa son más independientes y seguros de sí mismos.
Beneficios:
1. Aprenden a ser responsables. Los niños que comparten las obligaciones con sus padres tienen un mayor sentido de responsabilidad.
2. Son más independientes. Los pequeños se acostumbran a hacer las cosas por sí mismos, lo cual contribuye en su autonomía.
3. Mejora su autoestima. El hecho de que sus padres crean en su compromiso con las tareas del hogar les da una gran satisfacción y los hace personas seguras.
4. Aprenden a trabajar en equipo. Los deberes del hogar deben compartirse entre todos los miembros de la familia. Es importante hacer un horario que especifique las actividades y los días que le tocan a cada uno. Esto le enseña a los niños el valor de trabajar en equipo.
5. Son más organizados. Al saber que tienen tareas que cumplir en el hogar y en la escuela apreden a organizar mejor el tiempo.
6. Contribuye en la coordinación corporal. Las labores domésticas también le ayudan a mejorar su coordinación corporal y su comprensión lingüística y a descubrir para qué sirven los electrodomésticos y los objetos cotidianos, como la lavadora, algo básico para todas las personas.
Recomendaciones:
Si su hijo nunca le ha ayudado en el hogar es momento de cambiar esa situación. Hable con él y explíquele que los hijos también deben cooperar con las labores domésticas.
En importante que se acerque a él con una actitud agradable pero con carácter. El niño puede iniciar haciendo las tareas que mejor le parezcan y poco a poco ayudará en otras. Recuerde que hay ciertas actividades para cada edad.
Otro factor elemental es que los progenitores deben ser el ejemplo. Si su pequeño mira que sus padres son personas limpias y ordenadas el querrá ser igual a ellos.